Hernán Bermúdez Requena, conocido como El Abuelo o El Comandante H, desarrolló un vasto imperio criminal en Tabasco en los últimos seis años, desde 2019 hasta marzo pasado. Su actividad delictiva se llevó a cabo paralelamente a su labor como secretario de Seguridad Pública Estatal (SSPE) bajo el gobierno de Adán Augusto López Hernández.
De acuerdo con la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), Bermúdez reclutó a miembros de la policía estatal y utilizó registros de exconvictos para forzarlos a unirse a su organización criminal, conocida como La Barredora. Esta banda cometió diversos delitos, incluyendo el robo de combustible de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), extorsiones, secuestros y tráfico de migrantes.
Bermúdez operaba desde las instalaciones de la SSPE, donde coordinaba sus “operaciones” y asignaba agentes y unidades oficiales para presionar a propietarios de gasolineras a vender combustible robado. Esta información se detalla en los documentos que dieron pie a la causa penal 386/2025, por la cual se emitió una orden de aprehensión contra él y otros cómplices.
En los registros, se menciona que el exfuncionario delegaba responsabilidades a otros criminales en diferentes zonas de los municipios de Cárdenas, Nacajuca, Centla, Tacotalpa, Centro, Macuspana, Jalapa y El Paraíso. Junto a él, se señala a José del Carmen Castillo Ramírez, conocido como La Rana, excomisionado de la policía estatal, quien asumió el cargo de la SSPE cuando Bermúdez huyó.
La FEMDO también documenta que Bermúdez tenía acceso a un “mapa” de delincuentes del estado, ya que muchos de ellos eran exconvictos. La Rana se encargaba de cobrar por los insumos de narcóticos y recolectar semanalmente recursos económicos de las zonas bajo su control, destinados a financiar la organización delictiva.
Antes de su rol en La Barredora, Bermúdez había estado involucrado en otras actividades criminales desde al menos diciembre de 2018, formando parte de una banda dirigida por El Pelón de Playa, donde se dedicaba a delitos como robo de hidrocarburo y secuestro. Para la distribución de drogas en Tabasco, El Comandante H asignaba tareas específicas a varios colaboradores, quienes supervisaban los puntos de venta de narcóticos.
El exjefe policiaco, actualmente recluido en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1, Altiplano, recibía grandes sumas de dinero en efectivo cada semana, obtenidas a través de sus actividades delictivas, incluyendo el robo de combustible, que se transportaba en pipas custodiadas por vehículos de seguridad pública.
Las operaciones de La Barredora eran sofisticadas, con oficinas móviles ubicadas en Villahermosa, Tabasco, donde se mantenían a personas privadas de la libertad. La recolección de armas por parte de Bermúdez se intensificó durante su tiempo en la dirección de la Policía de Investigación de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tabasco y luego como titular de la SSPE.