El exfutbolista Iker Casillas ha denunciado el robo de varios relojes de lujo en su residencia, un hecho que salió a la luz cuando decidió realizar un inventario de su colección con la ayuda de un amigo. Este fue el segundo inventario que Casillas llevaba a cabo, lo que le permitió notar que cinco de sus relojes no coincidían con los que había listado anteriormente.
La denuncia fue presentada el 16 de octubre y, cinco días después, la policía detuvo a una de sus empleadas, quien era de su total confianza, junto a su pareja. Este último, identificado como Carlos, es el portero de la finca donde vive el exjugador del Real Madrid. Carlos fue arrestado junto a su esposa, Liliana, quien no solo se encargaba de las tareas del hogar, sino que también cuidaba a los hijos de Casillas desde 2019, cuando el futbolista y su entonces esposa, Sara Carbonero, residían en Oporto debido a su trabajo.
Carlos se mostró “arrepentido” y argumentó que sus acciones se debieron a problemas económicos. Afirmó: “Lo hice por las deudas”. Según su declaración, él intercambió los relojes originales por réplicas sin que su esposa se diera cuenta, ya que ella no tenía conocimientos sobre relojería. El dinero obtenido de la venta de los relojes, que ascendió a 26,000 euros, lo utilizó para saldar deudas acumuladas.
Tras las detenciones, ambos fueron presentados ante un juez, quien les imputó un delito de hurto agravado. Aunque no se consideró robo porque no hubo entrada forzada, se les retiró el pasaporte para evitar que abandonen el país mientras la investigación continúa.
La policía ha logrado recuperar dos de los cinco relojes, uno de los cuales fue encontrado en una casa de empeños en Madrid. En el registro del hogar de los detenidos se hallaron numerosas piezas de relojes de lujo que podrían pertenecer a la colección de Casillas, así como otros objetos relacionados con robos.
La investigación, llevada a cabo por el Grupo de Atracos de la Sección de Robos de la Unidad de Delincuencia Violenta, comenzó el mismo día de la denuncia. Desde un inicio, los agentes sospecharon que la persona detrás de los hurtos pertenecía al entorno cercano de Casillas. De las dos empleadas del hogar, se centraron en la niñera, quien gozó de la confianza del exfutbolista.
Los investigadores descubrieron un pequeño taller donde se desmantelaban los relojes y se encontraron más objetos de lujo que provenían de robos. La confianza depositada en la niñera le permitió, presuntamente, sustraer los relojes originales y reemplazarlos por copias caseras.
Aparte del valor monetario, algunos de los relojes robados tienen un gran valor sentimental para Casillas, como aquellos que le fueron regalados tras la victoria de la Selección Española en la Eurocopa, así como otros con inscripciones conmemorativas de las finales de la Liga de Campeones ganadas con el Real Madrid.
































































