El feminicidio de Lesly, una joven de 23 años, ha desencadenado una ola de indignación en México, evidenciando la alarmante indiferencia de las autoridades ante la violencia de género. Lesly fue asesinada el pasado 12 de octubre de 2023 en el municipio de Ecatepec, Estado de México, un lugar que tristemente se ha convertido en sinónimo de feminicidios.
Un caso que representa a muchas
Desde que se conoció la noticia del asesinato, la comunidad ha alzado la voz, clamando justicia no solo por Lesly, sino por todas las mujeres que han sido víctimas de la violencia en un sistema que muchas veces parece cerrar los ojos ante la realidad. Organizaciones civiles y activistas han señalado que la falta de respuesta adecuada por parte de las autoridades es uno de los principales problemas que enfrenta el país en la lucha contra el feminicidio.
El caso de Lesly no es aislado; en lo que va del año, se han reportado más de 1,200 feminicidios en México, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Este alarmante número ha llevado a que diversas agrupaciones exijan reformas profundas en las políticas de seguridad y justicia.
Demandas de la comunidad
Los familiares y amigos de Lesly han organizado protestas y marchas, buscando visibilizar el dolor y la pérdida que su muerte ha ocasionado. Durante una de las manifestaciones, una amiga cercana expresó: “No solo pedimos justicia por Lesly, exigimos un cambio en el sistema que permite que esto siga ocurriendo. ¡Basta de feminicidios!”
La indignación ha llevado a que muchas mujeres compartan sus propias historias de violencia y acoso, creando un ambiente de sororidad que resuena en todo el país. La comunidad exige respuestas claras y acciones contundentes por parte de las autoridades, así como la implementación de políticas efectivas para proteger a las mujeres.
Las organizaciones feministas han denunciado que la indiferencia institucional perpetúa un ciclo de violencia que afecta a miles de mujeres diariamente. Como lo mencionó María de los Ángeles, activista y portavoz de una de estas organizaciones: “La respuesta de las autoridades ha sido insuficiente. Necesitamos que se trate el feminicidio como un problema de salud pública, no como un simple delito más.”
La trágica historia de Lesly refleja no solo una pérdida irreparable, sino también la urgencia de un cambio en la forma en que se aborda la violencia de género en México. La comunidad sigue exigiendo justicia, y la presión sobre las autoridades para actuar de manera efectiva no hace más que aumentar.
Mientras tanto, la memoria de Lesly se convierte en un símbolo de la lucha contra la violencia de género, recordando a todos que cada vida perdida es un grito que resuena en la conciencia colectiva del país. La esperanza es que su historia impulse a muchos a actuar y a no dejar que la indiferencia prevalezca.