El 10 de septiembre de 2025, Iztapalapa fue escenario de una tragedia que dejó a decenas de personas fallecidas debido a un accidente de una pipa que transportaba gas LP. El vehículo volcó, lo que provocó una fuga de combustible que se encendió, generando una onda de fuego que afectó a numerosas personas, vehículos y negocios en la zona. El caos se apoderó de Iztapalapa, y la conmoción se sintió en toda la Ciudad de México.
Las historias de las víctimas de este accidente se convirtieron en relatos conmovedores que resonaron entre la población. Entre los fallecidos se encontraba Alicia Matías Teodoro, de 49 años, conocida como la “abuelita heroína”, quien sacrificó su vida para proteger a su nieta de 24 meses. La pequeña sobrevivió y se encuentra en proceso de recuperación.
Otro caso impactante fue el de Daniela Barragán, una estudiante de la FES Cuautitlán, cuyo celular fue encontrado por un policía y resultó crucial para que sus padres dieran con ella después de su muerte, ocurrida días más tarde. Asimismo, Abril Díaz, madre soltera de cuatro hijos, había salido ese día en busca de trabajo para mantener a su familia.
Laura Barrera, reconocida por su emblemático tatuaje de laurel, fue identificada tras el accidente, y su familia pudo darle un último adiós. Juan Carlos Sánchez Bonilla, un comerciante que fue grabado en videos después del accidente, murió días después debido a las graves quemaduras que sufrió. También perdió la vida el maestro Noé García, quien se dirigía a su segundo turno como profesor en Iztapalapa.
Misael Cano, un trabajador del área de Imagen Urbana de la alcaldía, fue otro de los afectados. La alcaldesa de Iztapalapa lamentó su deceso. Entre los estudiantes del CECyT No. 7 del Instituto Politécnico Nacional, Giovani Martínez, Carlos Sánchez, Yael González y Gabriel Hernández, también perdieron la vida al encontrarse con las llamas aquel día, al igual que Jorge Islas, un profesor de artes de la misma institución.
Las autoridades de la CDMX señalaron que el exceso de velocidad del conductor de la pipa fue uno de los principales factores del accidente. Lamentablemente, el conductor también falleció a causa de las quemaduras. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ha reservado la carpeta de investigación y las grabaciones del C5 relacionadas con el accidente por tres años, en un intento de proteger los derechos de las víctimas y garantizar el debido proceso, según expresó Bertha Alcalde, fiscal de la ciudad.
