La violencia que estalló durante el partido entre Independiente y la Universidad de Chile en Avellaneda, que llevó a la cancelación del encuentro por los octavos de final de la Copa Sudamericana, ha generado una ola de reacciones en toda la región. La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) emitió un comunicado urgente pidiendo “sanciones ejemplares” para los responsables de los disturbios, pero sorpresivamente, unas horas después se retractó de sus declaraciones iniciales.
Reacciones iniciales y retractación de la CBF
En un primer momento, la CBF condenó los hechos violentos y subrayó que “los aficionados, deportistas o profesionales del espectáculo deportivo deben poder asistir a un partido sin temer por su integridad física”. La entidad brasileña enfatizó su compromiso con un fútbol seguro y pacífico, exigiendo acciones concretas para erradicar la violencia en los estadios, afirmando que solo así se podría preservar la dignidad del deporte en el continente.
Sin embargo, más tarde en el mismo día, la CBF aclaró que su presidente, Samir Xaud, no había autorizado el comunicado inicial. “La nota publicada fue divulgada sin la anuencia del presidente, quien ya estaba en diálogo con la Conmebol y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) sobre el incidente”, se explicó en un segundo comunicado. Este giro sorprendió a muchos, especialmente dado el contexto de los recientes episodios de violencia en el fútbol sudamericano.
La magnitud de los incidentes en Avellaneda
Los disturbios comenzaron cuando un grupo de aficionados chilenos arrojó objetos a los seguidores de Independiente, lo que desató un clima hostil. A pesar de los intentos de suspender el partido y reanudarlo después de 20 minutos, el árbitro decidió suspenderlo definitivamente tras el ingreso de la barra de Independiente en la grada visitante, donde se encontraban los hinchas chilenos, que fueron agredidos.
Las consecuencias de estos enfrentamientos fueron graves, con más de un centenar de detenidos y al menos 12 heridos, de los cuales dos se encuentran en estado crítico. Uno de los casos más alarmantes involucra a un ciudadano chileno de 33 años, quien sufrió lesiones severas al caer de una tribuna y actualmente permanece intubado en el Hospital Fiorito.
Ante esta situación, la Conmebol también se pronunció, anunciando la apertura de una investigación para determinar las sanciones pertinentes y condenando enérgicamente los hechos. Además, la entidad aseguró que actuará con la mayor firmeza, de acuerdo con el reglamento de su Comisión Disciplinaria.
Finalmente, la CBF reiteró su compromiso de trabajar junto a la AFA y la Conmebol para erradicar la violencia y cualquier forma de discriminación en los estadios, un objetivo que debe ser prioritario para asegurar un ambiente seguro en el fútbol sudamericano.