La Marina, que en abril de 2024 era la institución con mayor confianza ciudadana al alcanzar un respaldo del 91 por ciento, sufrió una drástica caída en su reputación tras verse involucrada en el escándalo del huachicol fiscal. Este suceso afectó gravemente la percepción pública, después de haber sido considerada la más respetada por los ciudadanos.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, realizada por el INEGI, no solo se enfocó en cuantificar los delitos en el país, sino que también proporcionó una visión del nivel de confianza en las autoridades encargadas de combatir la delincuencia. Antes del escándalo, la Marina había gozado de un alto nivel de apoyo, superando incluso al Ejército Mexicano, que ahora se encuentra en posiciones de confianza menores.
En 2024, se registraron aproximadamente 11.4 millones de hogares con al menos una víctima de delito, lo que se traduce en un total de 33.5 millones de delitos a nivel nacional. Este número es alarmante, especialmente considerando que un 93 por ciento de estos incidentes no fue reportado a las autoridades, creando lo que se conoce como “cifra negra”. Esto implica que la mayoría de los delitos no aparecen en las estadísticas oficiales, las cuales a menudo se utilizan para mostrar una disminución en la criminalidad.
La tasa de victimización también mostró un ligero aumento, pasando de 23 mil 323 a 24 mil 135 por cada 100 mil habitantes entre 2023 y 2024. Las entidades que sobresalen con cifras por encima del promedio nacional son Aguascalientes, Ciudad de México, Estado de México, Querétaro y Tlaxcala.
En términos de delitos, el fraude lidera las estadísticas con un 21 por ciento, seguido de la extorsión y las amenazas, que alcanzan el 17.1 y 13.4 por ciento respectivamente. La situación se complica aún más al considerar que durante los últimos dos años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, las cifras delictivas han mostrado un crecimiento, reflejando niveles similares a los que se registraban al final del mandato de Enrique Peña Nieto.
Así, los años 2023 y 2024 han devuelto a México a situaciones de victimización que se creían superadas, con un escenario que no solo pone en entredicho la eficacia de las estrategias de seguridad, sino que también desafía la confianza pública en las instituciones encargadas de proteger a los ciudadanos.