Ciudad de México, 18 de septiembre del 2025.- En una reciente conferencia de prensa virtual, Roberto B. Domínguez, Jr., quien ocupa el cargo de subjefe en funciones de la Patrulla Fronteriza, reveló que la mayoría de los individuos que intentan cruzar de forma irregular hacia Estados Unidos son mexicanos. Según sus estimaciones, alrededor del 80 por ciento de los migrantes detenidos en los meses recientes provienen de México.
Domínguez señaló que muchos de estos migrantes han caído en engaños promovidos a través de redes sociales por traficantes relacionados con el crimen organizado. “Les venden un sueño que no es real, utilizando videos antiguos para hacerles creer que si se entregan en la frontera recibirán apoyo o permisos”, explicó el funcionario.
El subjefe de la Patrulla Fronteriza aclaró que la frontera se encuentra “cerrada” y que aquellos que intentan cruzar sin la documentación adecuada enfrentan arrestos, procesos judiciales y deportaciones. Además, destacó que las organizaciones criminales no solo obtienen beneficios económicos de los migrantes, sino que también utilizan estos flujos humanos como distracción para el tráfico de drogas o para mover a personas con antecedentes delictivos.
“La situación varía según la región, ya que cada cártel maneja su zona y su negocio, lo que incluye la explotación de personas que buscan cruzar”, añadió. A pesar de que, en general, los cruces irregulares han disminuido significativamente en el último año, con una reducción del 84 por ciento, en áreas como Sonora se ha registrado un aumento, impulsado por falsas promesas de asilo o regularización.
“Las personas están vendiendo todo lo que tienen, pagando miles de dólares y terminan abandonadas en el desierto, expuestas a riesgos mortales”, comentó Domínguez, quien recordó que muchos migrantes son dejados en zonas montañosas o desérticas sin agua ni recursos.
La Patrulla Fronteriza colabora con el gobierno de México y diversos consulados para combatir estas narrativas engañosas, al tiempo que refuerza la seguridad en la frontera mediante el aumento de personal, la construcción de muros y el uso de tecnología avanzada para detectar intentos de cruce por tierra, aire o túneles.
