De acuerdo con el último informe de la Organización Mundial de Comercio (OMC), México se ha consolidado como el octavo exportador mundial de bienes que habilitan la Inteligencia Artificial (IA). Este análisis refleja los datos del año 2022, en el que las exportaciones mexicanas en este sector alcanzaron un valor impresionante de 100,000 millones de dólares.
Comparativa global y crecimiento de exportaciones
En el contexto internacional, las exportaciones de China superan los 700,000 millones de dólares, seguidas por Taiwán con 500,000 millones y Corea del Sur con casi 300,000 millones. La Unión Europea, Estados Unidos, Japón y Malasia se encuentran en cifras cercanas a los 200,000 millones cada uno. Aunque la Unión Europea y Estados Unidos siguen siendo jugadores clave, su crecimiento se ha moderado en comparación con el auge de centros manufactureros emergentes como México.
El informe destaca que países como México, Vietnam y Tailandia han incrementado notablemente sus exportaciones de insumos y equipos intermedios relacionados con la IA, un área crucial para el desarrollo tecnológico. A nivel global, el comercio de bienes que respaldan la IA alcanzó los 2.9 billones de dólares en 2022, cifra que se estima disminuirá a 2.3 billones de dólares en 2023.
Retos y oportunidades para el futuro
A pesar de que las importaciones de insumos intermedios han crecido significativamente desde 2012, la OMC advierte que la reciente caída en 2023 podría reflejar restricciones comerciales y cambios regulatorios. Las importaciones de computadoras y semiconductores relacionados con la IA también han aumentado, aunque su participación es menor comparada con las materias primas y productos químicos procesados, que se mantienen estables.
La directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, comentó que la IA tiene el potencial de reducir costos comerciales y aumentar la productividad, además de abrir nuevas oportunidades de producción y exportación de servicios. Sin embargo, también existe preocupación por el impacto que esta tecnología podría tener en la fuerza laboral y en economías enteras que podrían quedar rezagadas.
“El comercio puede ser un poderoso facilitador para una transformación inclusiva hacia la IA”, subrayó Okonjo-Iweala, enfatizando la importancia de actuar de manera deliberada para cerrar brechas digitales y promover la inversión en trabajadores. La pregunta central del informe es si la IA podrá servir como catalizador para un crecimiento inclusivo impulsado por el comercio.
El mensaje es claro: el futuro de la IA y su integración en la economía global depende de cómo se manejen estos desafíos y se aprovechen las oportunidades para fomentar un desarrollo equitativo y sostenible.
