Naasón Joaquín García, el líder de la iglesia La Luz del Mundo, ha sido trasladado a una prisión federal en Brooklyn, Nueva York, para enfrentar nuevos cargos federales relacionados con el tráfico sexual. Este religioso, que cumple una condena de más de 16 años por abuso sexual de jóvenes feligreses, ahora deberá responder a acusaciones de conspiración de crimen organizado y tráfico sexual.
Según la acusación federal, Naasón Joaquín García, de 56 años, junto con otras cinco personas, incluida su madre, presuntamente utilizaron la iglesia durante décadas para facilitar un abuso sexual sistemático de menores y mujeres, buscando la gratificación sexual de García y su padre, Samuel Joaquín Flores, quien falleció en 2014.
El documento legal sostiene que esta actividad criminal se ha extendido por varias generaciones, comenzando con el abuelo de García, el fundador de la iglesia, y continuando hasta su padre y él mismo. El abuso sexual se volvió tan arraigado que muchas de las víctimas del padre eran las madres de las jóvenes y niñas que posteriormente fueron abusadas por Naasón Joaquín García. La acusación menciona a 13 víctimas femeninas, algunas de ellas de apenas 13 años.
Además, se indica que las actividades delictivas incluían la producción de fotografías y videos de abuso sexual infantil, así como la promoción de sexo grupal e incesto. Junto a García, su madre, Eva García De Joaquín, de 79 años, y un tercer implicado, Joram Núñez Joaquín, fueron detenidos. Otros tres sospechosos permanecen prófugos y se presume que están en México.
El acta de acusación detalla que Eva García De Joaquín habría sometido a una niña para que su esposo pudiera abusar de ella, mientras que Núñez Joaquín intentó silenciar a las víctimas para que no denunciaran los abusos. Otros acusados trataron de destruir pruebas y forzaron a las víctimas a firmar declaraciones falsas.
En respuesta a estas alegaciones, el abogado de García, Alan Jackson, ha calificado los cargos como el resultado de una “imprudente campaña de extralimitación gubernamental” y una repetición de afirmaciones antiguas. “Negamos categóricamente estos cargos”, afirmó Jackson, añadiendo que la defensa los presentará como “infundados, reciclados y motivados por intereses ocultos”. Las autoridades federales sostienen que García utilizó su influencia espiritual para abusar de sus víctimas, quienes eran condicionadas a creer que la obediencia los conduciría a la salvación.
