El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu visitó el lugar del ataque mortal en Jerusalén, donde dos atacantes palestinos abrieron fuego en una parada de autobús, dejando un saldo de seis muertos y doce heridos. Este tiroteo, ocurrido en la mañana del 15 de octubre de 2024, se produce en un contexto de creciente violencia en la región.
Una guerra contra el terrorismo
Durante su visita, Netanyahu declaró que Israel está inmerso en una “gran guerra contra el terrorismo”, asegurando que se están realizando operaciones en múltiples frentes. “Una gran guerra contra el terrorismo está teniendo lugar en todos los frentes”, afirmó el primer ministro, quien también ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación a los heridos.
El ataque tuvo lugar en la intersección de Ramot, una zona concurrida durante la hora pico matutina. Los atacantes, ambos palestinos de Cisjordania, dispararon contra las personas que esperaban en la parada, mientras que un soldado israelí y un civil respondieron disparando y abatieron a los atacantes. Las fuerzas de seguridad israelíes, que llegaron rápidamente al lugar, iniciaron un cerco en las aldeas de donde provenían los atacantes: Qatanna y Al-Qubeibah.
Reacción y consecuencias
Netanyahu llegó al lugar aproximadamente dos horas después del tiroteo, un evento que obligó a posponer su comparecencia ante el tribunal por un juicio de corrupción en curso. “Ahora estamos persiguiendo y cercando las aldeas de donde vinieron los terroristas”, aseguró, destacando que la lucha también continúa en la Franja de Gaza, donde prometió que Israel “destruirá a Hamas como prometimos y liberará a nuestros rehenes”.
Las imágenes del ataque mostraron a docenas de personas huyendo, con un autobús acribillado a balazos y pertenencias esparcidas por el suelo. Los paramédicos describieron el área como caótica, cubierta de vidrios rotos, con heridos e inconscientes en el suelo. Este tiroteo es el más mortífero desde el ataque en octubre de 2024, donde un ataque previo dejó siete muertos en un tren ligero en Tel Aviv.
La situación en Jerusalén ha sido tensa, con un aumento en la violencia tanto de atacantes palestinos como de colonos israelíes. Según datos de la oficina humanitaria de la ONU, al menos 49 israelíes fueron asesinados por palestinos en Israel o Cisjordania desde el inicio del conflicto, mientras que las fuerzas israelíes han abatido a al menos 968 palestinos en el mismo periodo.
Hamas celebró el ataque, calificándolo de “respuesta natural a los crímenes de la ocupación contra nuestro pueblo”, aunque no se atribuyó responsabilidad directa. La realidad es que la violencia en la región sigue intensificándose, y la respuesta de las autoridades israelíes parece ser cada vez más contundente.