La instalación del Órgano de Administración Judicial (OAJ) este 1 de septiembre de 2025 marca el comienzo de una transformación profunda en el Poder Judicial de la Federación (PJF), con un compromiso claro hacia una justicia accesible y humana, según lo afirmó su nuevo presidente, Néstor Vargas Solano.
Compromiso con la Justicia
Vargas Solano enfatizó que el OAJ nace con la misión de garantizar que la administración judicial sea transparente y eficiente, eliminando privilegios y la indiferencia hacia los excluidos. “Este momento exige visión ética y vocación de servicio para convertir la justicia en una realidad cotidiana de todos los ciudadanos”, expresó durante la instalación.
El presidente del OAJ también subrayó que la austeridad será una norma, asegurando que “cada peso será auditado” y “cada plaza será revisada”. Este enfoque busca fortalecer la función jurisdiccional mediante decisiones administrativas que prioricen la honestidad y la transparencia.
Transformación Histórica
Vargas Solano declaró que esta transformación no es una amenaza sino una oportunidad para los trabajadores del Poder Judicial. “Hoy iniciamos una etapa con responsabilidad, apertura y vocación de servicio”, afirmó, destacando que la reforma constitucional de septiembre de 2024 responde a un reclamo ciudadano por un PJF libre de corrupción y más cercano a la gente.
Entre las innovaciones introducidas, se encuentra el voto popular para elegir a jueces y magistrados, así como la sustitución del Consejo de la Judicatura Federal por el OAJ. “El 1 de septiembre quedará en la historia como el día en que se instalan órganos elegidos por el pueblo”, afirmó.
La legitimidad democrática de los nuevos funcionarios judiciales, quienes no son producto de acuerdos políticos, representa un cambio significativo en la justicia mexicana. “Por primera vez, el pueblo de México tuvo voz directa en la conformación de los órganos que imparten justicia”, resaltó Vargas Solano.
El nuevo OAJ está constituido por Néstor Vargas Solano como presidente, acompañado de Surit Berenice Romero Domínguez, Lorena Josefina Pérez Romo, Catalina Ramírez Hernández y José Alberto Gallegos Ramírez, quienes asumirán la responsabilidad de conducir la administración judicial hacia un modelo más humano y eficiente.
La transformación está en marcha, y con ella, la promesa de una justicia que escuche y actúe en favor de quienes más lo necesitan, buscando abrir el diálogo con la sociedad y modernizarse para ser realmente efectiva.