Un padre tomó la decisión de entregar a su hijo a las autoridades en Cali después de que el joven vandalizara un bus del Masivo Integrado de Occidente (MIO) lanzándole piedras. Este incidente, que ocurrió el 17 de septiembre en el centro de la ciudad, se ha vuelto viral en redes sociales y ha suscitado un intenso debate sobre la convivencia y la responsabilidad familiar.
Según la reconstrucción de los hechos, un motociclista sin casco y violando las normas de tránsito perdió la calma al no poder adelantar a un bus del MIO. El joven, en un arrebato de ira, insultó al conductor y aprovechó una parada del vehículo para atacar con piedras, causando daños significativos al parabrisas. Tras el ataque, el agresor se dio a la fuga, pero varios pasajeros lograron grabar el incidente y captar la matrícula de la moto, lo que facilitó su identificación.
El video del ataque se difundió rápidamente, provocando reacciones de rechazo por parte de la comunidad que exigió que el responsable enfrentara las consecuencias. En un giro inesperado, el padre del menor, al reconocerlo en las imágenes, decidió llevarlo personalmente a una estación de la Policía Metropolitana de Cali. Allí, el joven fue puesto a disposición de la Policía de Infancia y Adolescencia, que inició el proceso de judicialización, garantizando los derechos del menor.
El secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Jairo García, elogió la actitud del padre en declaraciones recogidas por El País: “Queremos agradecer a este padre que, de manera consciente, llevó a su hijo para responder por lo ocurrido”. García también hizo un llamado a la ciudadanía para que respete el sistema de transporte público, subrayando que el MIO es un servicio que pertenece a todos los caleños.
Los actos de vandalismo tienen un impacto que va más allá del daño material. Como indicó García, todos los daños a la propiedad pública terminan siendo cubiertos por los contribuyentes, lo que afecta a la comunidad y complica la movilidad, ya que los buses deben salir de circulación mientras se realizan las reparaciones necesarias. El vicepresidente de Metro Cali, Felipe Montoya, lamentó el ataque al vehículo y destacó que este tipo de incidentes afectan a los usuarios que solo desean llegar seguros a su destino. Montoya hizo un llamado a las autoridades para que avancen en la judicialización del responsable y apeló al sentido de pertenencia de la comunidad hacia el patrimonio de la ciudad.
Este caso ha reavivado el debate sobre la seguridad y la convivencia en Cali, en un contexto donde la violencia urbana sigue generando preocupación y cuestionamientos sobre la efectividad de las políticas públicas en esta área.
