El presidente de Perú, José Jeri, ha declarado el estado de emergencia en la ciudad de Lima y su área metropolitana, así como en la vecina Callao, a partir de este martes. Esta medida se implementará por un periodo de 30 días, durante el cual su administración “pasa a la ofensiva en la lucha contra el crimen”.
En un mensaje que fue transmitido por televisión, Jeri enfatizó: “Se acabó: hoy empezamos a cambiar la historia en la lucha contra la inseguridad en Perú”. El estado de emergencia fue aprobado por el Consejo de Ministros y entrará en vigor a las 00:00 horas (hora local) en ambas localidades.
El mandatario destacó que el nuevo enfoque del plan de su gobierno implica un cambio de la defensiva a la ofensiva en la lucha contra la criminalidad, con el objetivo de “recuperar la paz, la tranquilidad y la confianza de millones de peruanos”. “Las guerras se ganan con acciones, no con palabras”, concluyó.
El decreto firmado por Jeri establece que la Policía Nacional del Perú mantendrá el control del orden interno con el apoyo de las Fuerzas Armadas para enfrentar la criminalidad y situaciones de violencia. También se suspenderán o limitarán varios derechos constitucionales, como la libertad y seguridad personales, la inviolabilidad de domicilio, y la libertad de reunión y tránsito.
Para la realización de actividades masivas, ya sean religiosas, culturales, deportivas o de otro tipo, será necesario solicitar el permiso correspondiente ante las autoridades. Durante el estado de emergencia, el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (CONASEC), los Comités Regionales de Seguridad Ciudadana (CORESEC) y los Comités Distritales de Seguridad Ciudadana (CODISEC) de Lima y Callao, así como el Consejo Nacional de Política Criminal (CONAPOC), permanecerán “en sesión permanente”.
Además, se formarán varios comités de coordinación para gestionar las operaciones, y se limitarán las visitas en los establecimientos penitenciarios. También se llevará a cabo un “apagón eléctrico” en las celdas, permitiendo solo el uso de iluminación mínima, y se procederá al “desmontaje y destrucción de antenas de telecomunicación ilícita”, según lo reportado por el diario oficial “El Peruano”.
La declaración del estado de emergencia se produce cinco días después de que el primer ministro, Ernesto Álvarez, anunciara el plan para Lima, aunque sin referirse a Callao. En aquella ocasión, Álvarez advirtió que la declaratoria no debe convertirse en “más de lo mismo” y que no puede ser una medida gaseosa que no conduzca a resultados concretos.
El mismo día, el Congreso de Perú rechazó una moción de censura contra Jeri, que se presentó apenas seis días después de su nombramiento, en medio de la represión policial que resultó en un muerto y 120 heridos durante protestas en Lima contra la creciente inseguridad en la capital y otras regiones del país.





























































