Un grupo de manifestantes tomó el Palacio de Gobierno de Morelia en respuesta al asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo. Durante la protesta, que tuvo lugar el 3 de noviembre de 2025, los inconformes causaron un incendio y dañaron varios objetos en el recinto gubernamental.
Las manifestaciones se intensificaron cuando el personal antimotines intervino, deteniendo a varios participantes y utilizando gas lacrimógeno para dispersar a la multitud. Carlos Manzo, quien asumió la alcaldía de Uruapan en 2024 como candidato independiente, había expresado en múltiples ocasiones su preocupación por la creciente violencia vinculada al crimen organizado en la región, que se considera uno de los municipios más importantes económicamente en México.
Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, informó que Manzo contaba con protección federal y municipal desde su toma de posesión, la cual fue reforzada al inicio de 2025. Sin embargo, esto no fue suficiente para prevenir su asesinato, que ha desatado un fuerte clamor por justicia entre los ciudadanos.
La gobernadora Sheinbaum condenó el crimen con “absoluta firmeza” y aseguró que no habrá impunidad. Las autoridades han identificado la presencia de diversos grupos criminales en Uruapan, incluyendo el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Caballeros Templarios, Los Viagras, Pueblos Unidos y Los Blancos de Troya.
El 8 de octubre, Manzo había solicitado a García Harfuch y a Sheinbaum que no retiraran a la Guardia Nacional del municipio, argumentando que su presencia era crítica para la seguridad local. La situación en Uruapan, marcada por la violencia del crimen organizado, continúa generando preocupación entre los habitantes y las autoridades.
































































