El Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, la principal puerta de entrada y salida del Perú, ha sido expuesto como un punto de operación de redes de narcotráfico que utilizan a pasajeros como correos humanos para enviar droga a Europa. Según un reportaje de Punto Final, incluso efectivos policiales han estado involucrados en estas actividades delictivas, contraviniendo su deber de proteger la seguridad en el terminal aéreo.
Infiltración criminal y descubrimientos impactantes
Las investigaciones fiscales han revelado cómo estas mafias lograron infiltrarse en un espacio estratégico del aeropuerto, donde un grupo especializado de la Policía debía identificar perfiles sospechosos. Sin embargo, se descubrió que al menos dos agentes activos estaban vinculados con intentos de envío de droga. Uno de ellos pertenecía al grupo de inteligencia Lleta, que inicialmente recibió apoyo británico para fortalecer la lucha antidrogas en el Jorge Chávez.
Un hecho crucial ocurrió el 3 de junio de 2023, cuando una joven fue arrestada al intentar abordar un vuelo hacia España con trece kilos de droga escondidos en casacas. Este episodio marcó el inicio de una investigación más amplia que reveló una organización criminal con conexiones directas dentro del aeropuerto.
Un caso similar se presentó el 31 de enero de 2024, cuando un burrier que debía viajar en un vuelo de Air France a París recibió un mensaje de WhatsApp de un contacto identificado como “Pablo Escobar”. Este mensaje incluía una fotografía tomada dentro del aeropuerto, donde se veían agentes revisando mochilas, junto con una advertencia para posponer el traslado. Una semana después, la operación se frustró con la intervención de la Policía y la Fiscalía, arrestando a Diego Alejandro Gómez Infantes, quien portaba más de dos kilos de clorhidrato de cocaína escondidos en botellas de champú y acondicionador.
La complicidad policial y el uso de tecnología
El burrier logró escapar, pero dejó atrás un celular que resultó clave para la investigación. En él se hallaron conversaciones con el contacto registrado como “Pablo Escobar”, quien en realidad era Eduardo Daniel Martínez Rivas, presunto intermediario de la organización. Al revisar el contenido del celular, la Fiscalía determinó que la foto reenviada al burrier provenía de un efectivo policial. Las cámaras de seguridad del 31 de enero mostraron a un hombre con un polo verde tomando imágenes en el área de counters. Este individuo fue identificado como el suboficial Harold Enciso Farfán, integrante del grupo Lleta.
Enciso admitió haber tomado la fotografía y enviado a Martínez Rivas, justificando su acción como un contacto con un “informante”. Sin embargo, la Fiscalía sostiene que utilizó un celular alternativo, adquirido en Las Malvinas, que desapareció durante la investigación. Enciso ha denunciado irregularidades en el proceso, acusando al Ministerio Público de manipular pruebas, pero los fiscales aseguran que la evidencia lo vincula directamente con la red de narcotráfico.
En abril de 2024, otro agente, el suboficial Iván Górgora Mamani, fue detenido por facilitar el traslado de droga mediante la ingesta. Este caso ya obtuvo una condena en primera instancia, lo que resalta una situación alarmante: policías activos que deberían garantizar la seguridad, en su lugar, favorecieron el tráfico ilícito de drogas.
El 14 de julio de 2025, la fiscal Fani Quispe, coordinadora de las fiscalías especializadas en tráfico de drogas, envió un informe al director de Investigación Criminal de la Policía Nacional. Este documento registró a diecisiete agentes condenados por delitos relacionados con el narcotráfico. De estos, doce fueron responsables de transportar droga, y otros diez participaron en intervenciones irregulares. El informe concluyó que la magnitud del problema sugiere posibles redes internas de corrupción dentro del cuerpo policial.
Mientras tanto, el futuro judicial de Harold Enciso y Eduardo Daniel Martínez Rivas dependerá de los tribunales, que deberán determinar si el policía actuó bajo la versión de un “informante” o si, como sostiene la Fiscalía, fue parte de la red que intentó sacar droga del Jorge Chávez hacia Europa.