A casi un mes de la explosión de una pipa de gas en el puente de la Concordia, localizado en Iztapalapa, la Fiscalía de la CDMX ha presentado los hallazgos definitivos de los peritajes realizados. Según la información proporcionada, el accidente se atribuye al exceso de velocidad del conductor de la pipa, y no a la presencia de baches o fallas mecánicas.
En una conferencia de prensa, la fiscal capitalina, Bertha Alcalde, reveló que las pruebas de criminalística, fotografía, tránsito terrestre y topografía han permitido descartar tanto problemas en el asfalto como fallas en el vehículo. “Los dictámenes periciales apuntan a que el percance se originó cuando el conductor de la pipa ingresó a la curva a una velocidad de entre 44 y 46 kilómetros por hora”, explicó la fiscal.
El análisis se basó en registros del GPS de la unidad y en videos de cámaras de seguridad. Alcalde detalló que, al ir a alta velocidad, el chofer perdió el control, impactó contra un bloque del muro de contención y, como resultado, la pipa volcó. La fricción generó daños en el tanque, provocando la fuga de gas.
Asimismo, se desestimó una versión que circuló en redes sociales, la cual afirmaba que el estado de la pipa era deficiente. La fiscal aclaró que “el tractocamión no presentaba fallas mecánicas en llantas, frenos, ejes ni otros componentes, incluidas las válvulas, las cuales funcionaban correctamente y se encontraban cerradas”.
En cuanto a un video que se compartió en redes como prueba de que la pipa no iba a una velocidad excesiva, la fiscal Alcalde indicó que este no correspondía al momento del accidente ni al lugar donde ocurrió. Fue grabado en un tramo anterior a la curva y, por lo tanto, no refleja la velocidad real del vehículo al momento del impacto.
La explosión resultante del accidente causó el cierre de ambos sentidos de la autopista México-Puebla y dejó a decenas de personas hospitalizadas. Actualmente, 13 continúan recibiendo atención médica, 40 han sido dadas de alta y, lamentablemente, 31 han perdido la vida.