En un audaz atraco, varios ladrones lograron robar joyas de incalculable valor en el Museo del Louvre en tan solo siete minutos. El robo ocurrió el 19 de octubre y resultó en la sustracción de tiaras, collares, aretes y otras piezas históricas. “Estamos trabajando arduamente para identificar a los responsables”, afirmó Laurent Nunez, ministro del Interior de Francia.
Las autoridades han comenzado a seguir pistas sobre los delincuentes, quienes llegaron al museo en scooters de la marca TMax. Según las investigaciones, los ladrones utilizaron un montacargas para acceder al primer piso de la Petite Gallery. Dos de ellos estaban disfrazados de trabajadores, vistiendo chalecos amarillos, lo que les permitió infiltrarse en el lugar sin levantar sospechas.
La ministra de Cultura, Rachida Dati, confirmó que el grupo irrumpió en la Galería Apolo, un salón que alberga las joyas de la corona francesa desde 1887. Durante la huida, uno de los objetos robados, la corona de la emperatriz Eugenia, que contiene 1,354 diamantes y 56 esmeraldas, fue dejado atrás y actualmente está siendo analizado por las autoridades.
A pesar de las estrictas medidas de seguridad del museo, las alarmas en las vitrinas y en las ventanas de la Galería Apolo se activaron en el momento del asalto. En ese instante, cinco guardias de seguridad que se encontraban en la galería y sus alrededores respondieron de inmediato, aunque no lograron detener a los delincuentes.
Este incidente ha puesto en el centro del debate la seguridad de los museos en Francia. En la actualidad, el Louvre es el museo más visitado del mundo, con alrededor de 9 millones de visitantes anuales, y ha sido objeto de críticas por su vulnerabilidad ante el crimen. El mes pasado, un robo similar ocurrió en el Museo de Historia Natural de París, donde los ladrones se llevaron pepitas de oro raras valoradas en cifras que alcanzan los 702 mil dólares.
El presidente Emmanuel Macron había propuesto anteriormente un ambicioso proyecto de renovación para el Louvre, en un intento por mejorar la seguridad y la infraestructura del museo. “La vulnerabilidad de los museos es un problema de larga data”, expresó Dati. “Es esencial que estas instituciones se adapten a las nuevas formas de delincuencia”.
