Durante los primeros días de septiembre, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Puebla llevó a cabo 184 operativos que resultaron en la localización de 11 jóvenes desaparecidos en Amozoc y la detención de 91 presuntos delincuentes. Estos jóvenes habían caído en una trampa de una falsa oferta de trabajo, lo que resalta la gravedad del problema de la seguridad en la región.
Operativos coordinados y resultados contundentes
Las acciones se realizaron en colaboración con la Secretaría de Marina (SEMAR), la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Guardia Nacional, la Fiscalía General del Estado (FGE) y diversas policías municipales. En el marco de estos operativos, se confiscaron 50 teléfonos celulares y 146 objetos punzocortantes durante los recorridos en los centros penitenciarios de Puebla, específicamente en Tepexi de Rodríguez y San Pedro Cholula.
Además, se aseguraron 269 envoltorios con posible marihuana, cristal, cocaína, heroína y LSD, así como 10 armas de fuego y 50 cartuchos útiles. También se inhabilitaron 3 tomas clandestinas, recuperando un total de 19,695 litros de hidrocarburo robado. Estos esfuerzos demuestran un compromiso firme por parte del gobierno estatal para mejorar la seguridad y combatir la delincuencia.
Compromiso del gobierno estatal
El gobernador Alejandro Armenta destacó que estas acciones son prueba del compromiso del gobierno de Puebla para proteger a las familias y fortalecer la seguridad en el estado. Las cifras son alarmantes, pero la respuesta de las autoridades es contundente, buscando no solo recuperar lo perdido, sino también prevenir futuros delitos que afecten a la población.
Con la coordinación de diversas fuerzas de seguridad, se espera que estas medidas sigan dando resultados positivos y que la ciudadanía pueda sentirse más segura en su entorno. La realidad es que los operativos realizados reflejan una estrategia integral que busca atacar la raíz de la delincuencia organizada, especialmente en áreas vulnerables como Amozoc.
Estos esfuerzos deben ser acompañados de acciones preventivas y programas de educación que fortalezcan el tejido social, evitando que más jóvenes caigan en manos de criminales que se aprovechan de sus necesidades. La situación de seguridad en Puebla continúa siendo un tema prioritario que requiere atención y acción constante.