En una contundente demostración de descontento, integrantes de la Asociación de Transportistas decidieron bloquear ambos sentidos de la autopista México-Puebla a la altura del kilómetro 32 en San Marcos Huixtoco, Chalco. Este acto de protesta ha generado un caos vial significativo en la región, afectando a miles de conductores que se desplazan entre Puebla y la Ciudad de México.
Los manifestantes, compuestos principalmente por choferes de camiones y autobuses, han levantado la voz ante el creciente número de asaltos y agresiones que han sufrido tanto operadores como pasajeros. “La inseguridad ha alcanzado niveles críticos; la ausencia de patrullajes nos obliga a actuar”, afirmaron los transportistas en un comunicado que circuló ampliamente. En este documento, exigieron la implementación de vigilancia permanente y controles aleatorios por parte de las autoridades.
Reacción de las autoridades y alternativas de circulación
En respuesta a la situación, elementos de la Guardia Nacional, División Carreteras, se hicieron presentes en el lugar y llevaron a cabo cortes en la circulación para intentar mitigar el impacto del bloqueo. Sin embargo, los transportistas han dejado claro que no levantarán la protesta hasta obtener un compromiso formal de las autoridades sobre sus demandas de seguridad.
Por su parte, CAPUFE sugirió a los automovilistas utilizar la carretera libre México-Puebla y el Circuito Exterior Mexiquense como rutas alternas para evitar el embotellamiento que ha paralizado la autopista principal. Esta recomendación busca ofrecer un alivio temporal a los afectados por la manifestación.
Impacto en la comunidad y expectativas futuras
El bloqueo ha tenido un impacto considerable no solo en transportistas y turistas, sino también en los residentes locales que utilizan la autopista para sus desplazamientos diarios. Las largas filas de vehículos y el tiempo perdido han aumentado la frustración entre quienes dependen de esta vía vital para su vida cotidiana y sus actividades económicas.
Los transportistas han dejado claro que su intención es mantener la presión hasta que se logre un acuerdo que garantice una mejora en las condiciones de seguridad. La comunidad espera que las autoridades respondan con medidas tangibles que aborden eficazmente el problema de la inseguridad en la región.
La protesta en Chalco es un recordatorio de la urgencia de atender las preocupaciones de seguridad en las carreteras mexicanas, una problemática que, de no ser resuelta, podría desencadenar más acciones similares en otras regiones del país.
