El Tren Maya ha destinado más de 60 millones de pesos en publicidad para promoverse en Europa y Estados Unidos, incluso en eventos de gran relevancia como la Champions League y los Juegos Olímpicos. Este esfuerzo publicitario ocurre en un contexto donde el proyecto no logra ser rentable, acumulando pérdidas que alcanzan la cifra alarmante de 2,561 millones de pesos en su primer año de operación.
Inversiones millonarias en el extranjero
El trabajo de Frojimx revela que el 28 de enero de 2025, el consorcio militar que opera el Tren Maya firmó un contrato por 19.5 millones de pesos con la empresa “Creatividad y Espectáculos, SA de CV”. Este acuerdo incluye la promoción del tren en cinco ferias internacionales a lo largo del año, con costos variables para cada evento.
Además, el 12 de junio de 2024, se firmaron dos contratos adicionales que suman más de 20 millones de pesos para publicidad en canales de televisión estadounidenses. Esta campaña se desplegó durante seis meses, de junio a noviembre de 2024, buscando captar la atención del público estadounidense.
Publicidad en eventos deportivos de alto perfil
El mismo día, el Tren Maya firmó otro par de contratos que le permitirán aparecer en la transmisión de partidos de la Champions League y los Juegos Olímpicos, lo que subraya la magnitud de la inversión destinada a mejorar su visibilidad internacional. Es un intento por parte del gobierno federal para revertir la percepción negativa que ha rodeado al proyecto.
La realidad es que, mientras el Tren Maya busca posicionarse en el mercado turístico, sus resultados económicos siguen siendo preocupantes. El proyecto, que se había prometido como un motor de desarrollo para el sureste de México, no ha logrado cumplir con las expectativas, lo que lleva a una mayor inversión en publicidad para tratar de atraer más visitantes y generar ingresos.
Es evidente que la estrategia publicitaria del Tren Maya busca cambiar la narrativa y atraer tanto al turismo internacional como al nacional, aunque los resultados de esta inversión aún están por verse. La situación actual plantea un interrogante sobre la viabilidad económica del proyecto a largo plazo, haciendo que muchos se cuestionen si realmente es sostenible seguir destinando recursos públicos a su promoción.
