Recibir un paquete inesperado puede parecer una agradable sorpresa, sin embargo, en Estados Unidos, esta situación se ha convertido en motivo de preocupación. La agencia federal de investigación, el FBI, ha emitido una alerta sobre una nueva modalidad de estafa que involucra el envío de paquetes no solicitados que incluyen un misterioso código QR. Este tipo de fraude, conocido como quishing, se ha derivado de otra práctica anterior llamada brushing.
La estafa comienza de manera bastante inofensiva: una persona recibe un paquete en su puerta que no recordó haber pedido. A menudo, la caja carece de información sobre el remitente, lo que genera confusión. Al abrirla, el destinatario encuentra un código QR, el mismo tipo que se utiliza para acceder a menús de restaurantes o conectarse a redes inalámbricas. La reacción natural sería escanear el código en busca de más información, pero el FBI advierte que este acto puede tener consecuencias graves.
La práctica del brushing consiste en que un vendedor envía un paquete a un cliente sin que este lo haya solicitado, para luego publicar críticas positivas en su nombre. Esto se hace con el fin de mejorar la reputación del vendedor y aumentar sus ventas en línea. Por lo tanto, recibir un paquete inesperado puede ser una señal de que la identidad del usuario está en riesgo. En el caso del quishing, la situación se complica aún más. Al escanear el código QR, el usuario puede encontrarse con solicitudes de información personal o financiera. En los peores escenarios, podría descargar automáticamente un software malicioso en su dispositivo, comprometiendo su seguridad.
Los estafadores han encontrado en los paquetes sin información del remitente una forma de incentivar el escaneo de los códigos. Esto les permite, en algunos casos, acceder a los contactos del usuario, redirigirlo a páginas de pago falsas o, según la advertencia del FBI, tener acceso a datos de cuentas bancarias o tarjetas de crédito. La tendencia de recibir paquetes no solicitados ha crecido, y con ello, el riesgo de convertirse en víctima de estas estafas.
Para mitigar este riesgo, el FBI ha compartido una serie de recomendaciones. En primer lugar, se aconseja a los usuarios que mantengan precaución ante cualquier paquete que contenga mercancía no solicitada y que no incluya información del remitente. También es crucial ser cauteloso al otorgar permisos en los dispositivos móviles y al acceder a sitios web o aplicaciones provenientes de fuentes desconocidas.
Como regla general, la agencia recalca que no se deben escanear códigos QR de orígenes inciertos. En caso de que un usuario sospeche que ha sido víctima de este tipo de estafa, se le sugiere tomar medidas inmediatas. Cambiar las contraseñas de sus cuentas y solicitar informes de crédito son pasos esenciales para identificar cualquier actividad fraudulenta y actuar en consecuencia.
La creciente sofisticación de estas estafas demuestra la necesidad de estar alertas y educados sobre los riesgos asociados con el uso de tecnología. La advertencia del FBI es un recordatorio de que no todo lo que parece un regalo es seguro, y que la precaución es la mejor defensa ante posibles fraudes.