Una manifestación de comerciantes feministas se llevó a cabo esta tarde en la esquina de avenida Cuauhtémoc y Viaducto, donde exigieron permisos para la venta de sus productos tras su reubicación en días anteriores. Aunque la convocatoria atrajo a menos de 50 personas, la Subdirección de Control de Tránsito de la SSC CDMX desplegó elementos en el lugar, encapsulando a las manifestantes mientras la vialidad se liberaba.
Reacción de la alcaldía
La alcaldía de Benito Juárez respondió públicamente a la protesta organizada por la Merkadita Feminista, subrayando que los comerciantes carecen de la autorización necesaria para instalar sus puestos de venta. Las autoridades confirmaron el retiro de estos comerciantes de la vía pública durante un operativo, donde, según su versión, se produjeron agresiones físicas y verbales por parte de las manifestantes hacia el personal encargado del espacio público y la Policía Bancaria e Industrial (PBI).
Un comunicado oficial de la alcaldía lamentó el uso de la violencia y el cierre de vialidades, afirmando que estas acciones afectan a miles de personas que transitan por la demarcación. “No cederemos a chantajes ni a presiones”, enfatizó el gobierno local, reconociendo el derecho al trabajo honesto, pero reiterando su firme postura en el reordenamiento de espacios públicos.
Contexto y opiniones
Desde hace meses, se han intensificado las demandas de grupos de comerciantes, tanto formales como informales, por mayor claridad en las reglas para obtener permisos. La alcaldía ha sido acusada de implementar operativos selectivos que afectan a quienes buscan espacios para trabajar. La administración local aseguró que el programa de recuperación del espacio público y ordenamiento del comercio informal es una prioridad y continuará de manera permanente.
Las opiniones sobre el manejo de la situación son diversas; mientras algunos condenan la invasión al espacio público, otros critican el uso excesivo de la fuerza policial. Usuarios en redes sociales han expresado su preocupación por las acciones de ambas partes, reflejando un panorama tenso en la relación entre comerciantes y autoridades.
Este incidente resalta la complejidad del comercio informal en la Ciudad de México, donde la lucha por el derecho a trabajar choca con la necesidad de mantener el orden y la seguridad en las calles. La realidad es que tanto los comerciantes como la administración deben encontrar un punto medio que respete los derechos de todos.