“Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba – Castillo Infinito” se ha convertido en un fenómeno taquillero, debutando en el primer lugar con un impresionante total de 70 millones de dólares en América del Norte, según estimaciones de Comscore. Este estreno marca un hito en la historia del anime, superando a la icónica “Pokémon: la película”, que había recaudado 31 millones de dólares en su estreno en 1999.
Un fenómeno global
La película, producida por el aclamado estudio Ufotable, no solo ha liderado la taquilla nacional, sino que ha alcanzado un total global de 177.8 millones de dólares tras su lanzamiento en 49 mercados adicionales. Esto resalta el creciente atractivo del anime en todo el mundo, consolidando a Crunchyroll y Sony como líderes en el ámbito del entretenimiento japonés.
Paul Dergarabedian, analista senior de Comscore, comentó: “Este desempeño de esta película en particular muestra la imprevisibilidad de la taquilla”. El éxito de “Castillo Infinito” es un claro indicador de que la audiencia está dispuesta a apoyar producciones de anime de alta calidad, lo que podría cambiar el panorama cinematográfico en los próximos años.
La competencia en taquilla
El estreno de “Castillo Infinito” ha dejado atrás a “El conjuro 4: los Últimos ritos” de Warner Bros., que aunque tuvo un debut fuerte con 83 millones de dólares la semana pasada, cayó al segundo lugar con 26 millones en su segundo fin de semana. Hasta ahora, la secuela de terror ha acumulado un total de 131 millones de dólares a nivel nacional, pero su descenso en taquilla indica que el interés del público puede ser volátil.
En tercer lugar, “Downton Abbey: El gran final” de Focus Features obtuvo 18.1 millones de dólares en su estreno. Esta película, ambientada en la década de 1930, continúa la historia de la familia Crawley mientras enfrentan desafíos financieros y sociales, una narrativa que ha resonado con el público, aunque no ha logrado la misma fuerza que los estrenos anteriores.
La realidad es que la taquilla puede experimentar cambios drásticos en cortos periodos de tiempo, como lo demuestra el reciente éxito de “Demon Slayer”. Este fenómeno no solo refleja la creciente popularidad del anime, sino también una posible recuperación del cine tras un agosto lento. Lo que está claro es que el público está listo para nuevas aventuras en la pantalla grande.