La reciente victoria del peronismo en la provincia de Buenos Aires ha sacudido al gobierno de Javier Milei, que se encuentra en un estado de alerta. En un desayuno privado en la Fundación Libertad, el think tank liberal liderado por la familia Bongiovanni, José Luis Daza, secretario de Política Económica, intentó calmar a un grupo de empresarios preocupados por el futuro del gobierno tras la contundente derrota de La Libertad Avanza por 14 puntos en las elecciones del pasado 7 de septiembre.
Daza aseguró que el programa fiscal continuará sin cambios, a pesar del descontento creciente entre los asistentes, quienes cuestionaron la estrategia política del gobierno. “Hay mucha gente comprometida con esto”, afirmó Daza, aunque sus palabras no lograron disipar las dudas sobre la dirección del gobierno.
Incertidumbre y críticas en el equipo económico
Durante el desayuno, los empresarios reprocharon la falta de liderazgo en la fiscalización de las elecciones, un aspecto que muchos consideraron deficiente. Un antiguo dirigente del PRO expresó su inquietud: “¿Cómo puede ser que no hayamos tenido un jefe de fiscales en la Provincia?” Esta ausencia se ha convertido en un símbolo de la falta de organización del gobierno en un momento crítico.
Por otro lado, Daza insinuó que las decisiones recientes, como el desarme de las LEFIs, no fueron producto del ministro de Economía, sino del propio presidente. Esta afirmación ha alimentado rumores sobre tensiones internas entre la Casa Rosada y el Palacio de Hacienda, tensiones que Milei y Caputo se han esforzado en minimizar.
Movimientos en el gabinete y reencuentros estratégicos
El clima de incertidumbre se extendió a la administración de Transporte, donde la designación de Nicolás Abelardo Dapena Fernández como director ejecutivo de la ANSV fue seguida por su repentina renuncia. Según su perfil de LinkedIn, su salida se debió a problemas de incompatibilidad, aunque las razones exactas permanecen en el misterio.
En este contexto, la figura de Cristina Kirchner resurge con fuerza. La ex presidenta ha estado atenta a los movimientos del gobierno y ha aprovechado su influencia para reavivar el peronismo. Desde su apartamento en San José 1111, Kirchner ha mantenido reuniones clave, incluso con antiguos aliados como Juan Manuel Urtubey y Abal Medina, marcando un regreso a la escena política que podría tener repercusiones significativas.
Con la tensión elevada y el peronismo revitalizado tras la reciente victoria, el futuro del gobierno de Milei se presenta incierto. El próximo plebiscito en las elecciones del 26 de octubre será una prueba crucial para su administración, y cada movimiento dentro de su gabinete será vigilado con atención por sus adversarios.
