Ciudad de México.— La ambición de Elon Musk de adquirir OpenAI, valuada en 97,400 millones de dólares, fracasó tras un intento de colaboración con Mark Zuckerberg, CEO de Meta. Documentos judiciales recientes revelan que Musk propuso una alianza en febrero, buscando financiación de un grupo de inversionistas que incluía a xAI y otros fondos de capital.
El acercamiento entre gigantes tecnológicos
La propuesta de Musk consistía en tomar control de la organización sin fines de lucro que supervisa a OpenAI, la cual cofundó en 2015 junto a Sam Altman. Sin embargo, ni Meta ni Zuckerberg firmaron la carta de intención que Musk les envió, lo que dejó la negociación en un punto muerto. La comunidad tecnológica quedó sorprendida ante este acercamiento, especialmente considerando la rivalidad que ha crecido entre ambos desde la compra de Twitter (ahora X) por parte de Musk.
Este intento de colaboración se tornó aún más intrigante cuando Musk y Zuckerberg intercambiaron bromas sobre un combate en el Coliseo romano en 2023, reflejando la tensión en su relación. Sin embargo, la oferta fue rechazada por OpenAI, que la consideró un acto publicitario y parte de una campaña de hostigamiento.
Las repercusiones de la oferta fallida
La falta de apoyo formal de Zuckerberg, sumada a la desconfianza entre las partes, selló el destino del acuerdo. OpenAI, que actualmente lidera el sector de inteligencia artificial, pidió al tribunal que Meta entregara documentos relacionados con cualquier comunicación con Musk, mientras que Meta sostiene que nunca participó en la negociación.
A pesar de este revés, OpenAI sigue siendo un gigante en la industria, con una valoración que alcanza los 500 mil millones de dólares y más de 700 millones de usuarios activos semanales. Sus ingresos anuales superan los 12 mil millones de dólares, aunque enfrenta retos de rentabilidad, con costos operativos de 8 mil millones de dólares al año y pérdidas proyectadas de hasta 44 mil millones de dólares entre 2023 y 2028.
Para mantener su expansión, OpenAI lanzó el proyecto Stargate, una infraestructura de cómputo masiva con un costo estimado de 500 mil millones de dólares.
Por su parte, mientras Musk enfrenta diversas batallas legales, Zuckerberg ha intensificado los planes de Meta en inteligencia artificial. La compañía ha llevado a cabo una agresiva campaña de contratación, ofreciendo hasta 100 millones de dólares en compensaciones a investigadores clave de OpenAI, incluyendo a Jiahui Yu y Alexandr Wang, exCEO de Scale AI.
Estos movimientos posicionan a Meta en una carrera por superar a OpenAI en el desarrollo de la superinteligencia, con proyectos como Llama 4.1 y el laboratorio Superintelligence Labs, que buscan competir directamente con DeepMind y ChatGPT. La competencia en el sector de la inteligencia artificial se intensifica, y el desenlace de estas rivalidades determinará el futuro de la tecnología en el mundo.