La búsqueda de litio para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos ha tomado un nuevo rumbo. La empresa texana Element3 ha desarrollado un método innovador para extraer este mineral esencial a partir de las aguas residuales generadas durante la perforación de hidrocarburos. Este avance tiene el potencial de transformar lo que antes era considerado un desecho en una valiosa fuente de litio, clave para la transición energética.
El proyecto se ubica en la cuenca de Permian Basin, donde el agua producida durante la extracción de petróleo contiene altas concentraciones de carbonato de litio. Según Element3, su técnica permite obtener litio de grado baterías de forma más rápida y sostenible en comparación con los métodos tradicionales de minería. Esto refuerza la posición de Estados Unidos en la carrera hacia la independencia energética.
Con el apoyo de una ronda de inversión Serie A, Element3 planea instalar sus primeros módulos de extracción en la infraestructura hídrica de Double Eagle Energy Holding. Se espera que los primeros envíos comerciales estén listos antes de finalizar 2025, marcando un hito como la primera iniciativa de este tipo en el mercado estadounidense.
La producción de aguas residuales en la industria petrolera de Estados Unidos supera los 3,8 billones de litros anualmente, conteniendo alrededor de 250,000 toneladas de litio. Esta cantidad podría cubrir más de la mitad del déficit previsto para 2030, lo que resalta la importancia de esta nueva vía de producción en contraste con la minería convencional.
Además, esta técnica evita la necesidad de abrir nuevas minas, así como el elevado consumo de agua dulce y la evaporación en salares. Al aprovechar la infraestructura existente, se optimizan los tiempos de producción y se reducen costos y emisiones relacionadas con el transporte internacional.
En un contexto donde la innovación es crucial, el anuncio de Element3 representa un paso significativo hacia un futuro más sostenible y menos dependiente de recursos importados. La industria del automóvil eléctrico se encuentra en la mira de este “tesoro” que promete transformar la forma en que se obtienen los recursos necesarios para la movilidad del futuro.