La competencia tecnológica entre Estados Unidos y China se intensifica en múltiples áreas. En el marco de una guerra comercial y la imposición de aranceles, ambos países también se encuentran en una carrera armamentística y espacial, donde los aviones hipersónicos se convierten en un campo de batalla intrigante.
Ambas naciones trabajan para desarrollar un vehículo capaz de alcanzar velocidades de hasta seis veces la del sonido, conocido como Mach 6. El principal aspirante de Estados Unidos es el Lockheed Martin SR-72, un dron hipersónico que ha estado en desarrollo durante más de una década y que pretende ser el sucesor del icónico SR-71 Blackbird.
El SR-71, que estuvo en operación desde 1964 hasta 1998, se mantuvo como el avión tripulado más rápido del mundo durante décadas, alcanzando velocidades de 3,500 km/h (Mach 3) a altitudes de 24,000 metros. Su misión principal era el reconocimiento de largo alcance, y fue diseñado para evadir la detección por radar, un reto que logró hasta que los sistemas de defensa progresaron. Su construcción, realizada con una aleación de titanio y ventanas de cuarzo, le permitía soportar las altas temperaturas generadas por su velocidad extrema. Sin embargo, presentaba fallas, como “grietas” en su fuselaje que solo se sellaban al alcanzar cierta velocidad, lo que provocaba pérdidas de combustible en el despegue, obligándolo a repostar en el aire. Curiosamente, durante la Guerra Fría, para fabricar el SR-71, Estados Unidos tuvo que conseguir titanio de origen soviético de diversas maneras.
Con el avance de la tecnología hipersónica en China, el desarrollo de una nueva generación de aeronaves se ha convertido en una de las principales preocupaciones para Estados Unidos. El SR-72 fue conceptualizado por Lockheed Martin en 2007, con una velocidad objetivo de 6,400 km/h (Mach 6) y un tamaño y alcance similares a los del SR-71. Su ventaja principal radica en la capacidad de atacar antes de que el enemigo tenga tiempo de reaccionar, aunque su desarrollo ha enfrentado grandes desafíos, especialmente en cuanto a los materiales necesarios para soportar las extremas temperaturas del vuelo hipersónico. En 2017, Lockheed Martin anunció que el SR-72 estaría listo para la década de 2020, con un primer vuelo de prueba programado para 2025. Sin embargo, hasta la fecha, este vuelo no se ha concretado, aunque se han escuchado rumores sobre pruebas recientes de una “nave misteriosa” de la compañía.
En respuesta, China ha acelerado el desarrollo de sus propios vehículos hipersónicos, logrando avances significativos que en algunos aspectos superan a su contraparte estadounidense. Entre sus logros se incluyen motores que alcanzan Mach 9 (aproximadamente 11,000 km/h), con el ambicioso objetivo de llegar a Mach 16 (casi 20,000 km/h). Además, han experimentado con tecnología de plasma para hacer sus cazas “invisibles” al radar. Para afrontar las altas temperaturas, los ingenieros chinos han desarrollado un blindaje cerámico denominado 9HEB, que puede mantener su estructura a temperaturas de hasta 3,000 °C con mínima pérdida de integridad.
El desarrollo del SR-72 no ha sido tan secreto como podría esperarse. De forma intencionada o no, una versión conceptual de este avión apareció en la película “Top Gun: Maverick” bajo el nombre de “Darkstar”. Este modelo fue diseñado por Lockheed Martin para la película y resultó tan convincente que, según se especula, China llegó a pensar que era un prototipo real, desviando uno de sus satélites para fotografiarlo. Aunque se trataba de un vehículo ficticio, sirvió como un adelanto de lo que se estaba desarrollando.
En resumen, se anticipa que el SR-72 sea presentado oficialmente en algún punto de 2025, aunque su entrada en servicio no se espera antes de 2030, a menos que surjan más retrasos en su desarrollo.