Robert Redford, el icónico actor y director conocido por su activismo ambiental y su impacto en el cine independiente, falleció la madrugada del martes en su hogar en Utah a los 89 años. Su muerte fue confirmada por Cindi Berger, directora ejecutiva de la empresa de publicidad Rogers & Cowan PMK, quien indicó que Redford murió mientras dormía, rodeado de sus seres queridos.
Un legado en el cine
Redford, quien se convirtió en un símbolo de Hollywood gracias a su carisma y su enfoque crítico hacia la industria cinematográfica, dejó un legado de películas que abordaron temas sociales y políticos. Entre sus obras más destacadas se encuentran Butch Cassidy and the Sundance Kid (1969) y Todos los hombres del presidente (1976), que reflejan su capacidad para conectar con el público a través de narrativas profundas y significativas.
Su carrera como director despegó con Gente corriente (1980), la cual ganó varios premios Óscar, incluyendo el de mejor película. A pesar de enfrentarse a fracasos comerciales en algunos proyectos, Redford se mantuvo fiel a su visión, dirigiendo películas que exploraban la condición humana y la moralidad.
Un pionero del cine independiente
En 1981, fundó el Instituto Sundance, una plataforma que ha impulsado a nuevas voces en el cine y ha sido vital para el desarrollo del Festival de Cine de Sundance, que se ha convertido en un referente mundial para el cine independiente. A través de este festival, Redford ayudó a lanzar las carreras de directores como Quentin Tarantino y Steven Soderbergh.
No solo fue un innovador en el cine, sino que también se destacó por su activismo ambiental. Redford luchó contra proyectos que amenazaban el entorno natural, como una autopista en un cañón de Utah y una planta de energía que finalmente se convirtió en un monumento nacional. Aunque él rechazaba el término “activista”, su compromiso con causas ecológicas lo convirtió en un modelo a seguir para otras estrellas, como Leonardo DiCaprio.
A lo largo de su carrera, Redford ha sido aclamado no solo por su talento, sino también por su integridad y su deseo de crear un cine que realmente importara. Con su partida, el mundo del cine pierde a uno de sus más grandes exponentes, cuyo legado perdurará en la historia del entretenimiento.