La Comisión Electoral de Guyana (GECOM) ha decidido rechazar la solicitud de la oposición para auditar los resultados de las elecciones celebradas el pasado lunes, lo que ha generado un fuerte debate en el país. Este rechazo se basa en que tales peticiones solo pueden realizarse ante los tribunales, según se indicó oficialmente.
El presidente electo, Irfaan Ali, quien ha logrado renovar su mandato, también se ha pronunciado en contra de la solicitud presentada por Aubrey Norton, candidato opositor a la presidencia. Ali ha afirmado que está “preparado para jurar su cargo y hacer frente a otro mandato de cinco años”. Esta declaración subraya la confianza del líder del Partido Progresista del Pueblo (PPP) en los resultados electorales, que lo colocan nuevamente al frente del país.
Controversia en el proceso electoral
La oposición, representada por Norton y su coalición, la Alianza para una Nueva Unidad (APNU), ha denunciado “flagrantes violaciones” de la Constitución durante el proceso electoral. Según reportes del diario Guyana Chronicle, Norton envió una carta a GECOM el pasado sábado solicitando una revisión exhaustiva de los resultados. Esto ha llevado a Ali a calificar la petición de “absolutamente ridícula”, argumentando que la democracia guyanesa es creíble y que la confianza de los inversores en el país es alta.
Los resultados preliminares indican que el PPP controlará la Asamblea Nacional con 41 de los 65 escaños, un aumento de seis asientos en comparación con la legislatura anterior, mientras que la oposición se quedaría con 29 asientos. Ali ha acusado a la oposición de intentar “anular” todo el proceso electoral, lo que añade tensión a un escenario político ya complicado.
La importancia del contexto regional
Es importante señalar que estas elecciones se llevan a cabo en un momento crítico para Guyana, especialmente debido a las crecientes tensiones con Venezuela en relación con la disputa sobre la región del Esequibo. La situación geopolítica resalta la necesidad de estabilidad interna en Guyana, y la resolución de esta controversia electoral será crucial para el futuro del país.
Por otro lado, la ley guyanesa estipula que el candidato cuyo partido gane las elecciones será elegido automáticamente presidente, lo que refuerza aún más la posición de Ali en este contexto. La realidad es que la oposición enfrenta un desafío significativo para revertir los resultados, dado el marco legal establecido.
La situación en Guyana sigue siendo un punto de interés no solo para sus ciudadanos, sino también para la comunidad internacional, que observa de cerca el desarrollo de este proceso electoral y sus posibles implicaciones en la región.