Una nueva controversia sacude a la industria musical: “The Velvet Sundown”, un misterioso grupo que acumula más de 850 mil oyentes mensuales en Spotify, podría ser una creación generada exclusivamente por Inteligencia Artificial (IA). La banda, con un estilo de baladas rock setenteras, ha lanzado tres álbumes en apenas un mes y su origen se ha convertido en un enigma para oyentes y expertos.
Ni los supuestos integrantes ni la fecha de formación del grupo están claros. Incluso las imágenes de portada —de estilo surrealista— y las fotos de los miembros no superan las pruebas de autenticidad realizadas por herramientas de verificación. Deezer, plataforma rival de Spotify, afirma que toda su música muestra señales de haber sido generada por IA.
El enigma de “The Velvet Sundown”
A esta confusión se suma la aparición de un supuesto representante, quien a través de su perfil oficial en Spotify denunció intentos de suplantación y manipulación de su identidad. La falta de claridad sobre la verdadera naturaleza de la banda ha generado un intenso debate en la industria musical.
Ed Newton Rex, fundador de Fairly Trained, advierte que fenómenos como este podrían usar sin permiso creaciones humanas para entrenar algoritmos y producir música sin compensar a los artistas originales. Según Rex, la situación es un reflejo de cómo la tecnología avanza más rápido que las regulaciones, dejando a los artistas en una posición vulnerable.
La tensión entre la música y la inteligencia artificial
La tensión entre la música y la inteligencia artificial no es nueva. En los últimos años, la capacidad de la IA para generar contenido artístico ha mejorado significativamente, aunque sin lograr cambios significativos en la regulación hasta ahora. Grandes discográficas han expresado su preocupación por el uso de IA en la creación musical, temiendo que pueda erosionar el valor del trabajo humano.
En paralelo, figuras como Mark Zuckerberg han mostrado interés en las aplicaciones de la IA en el arte, lo que añade una capa adicional de complejidad al debate. Las implicaciones éticas y legales de la música generada por IA son vastas y aún no se comprenden completamente.
Implicaciones y el futuro de la industria musical
En medio de esta polémica, “The Velvet Sundown” podría convertirse en el ejemplo perfecto del reto ético y legal que supone una industria donde el arte y la inteligencia artificial cada vez se entrelazan más… y no siempre de forma transparente.
El futuro de la música generada por IA plantea preguntas sobre derechos de autor, compensación justa y la autenticidad del arte. La industria musical se encuentra en una encrucijada, donde deberá decidir cómo integrar estas nuevas tecnologías sin comprometer la integridad de los artistas humanos.
Mientras tanto, los oyentes continúan disfrutando de la música de “The Velvet Sundown”, ajenos a las complejidades detrás de su creación. La pregunta sigue siendo: ¿estamos escuchando el futuro de la música o simplemente una moda pasajera?