La Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado una advertencia contundente: ciertos coches y sistemas automovilísticos tradicionales están condenados a desaparecer en un futuro cercano. Este cambio forma parte de una transformación más amplia hacia una movilidad más sostenible, impulsada por la llegada de los coches eléctricos y nuevas normativas medioambientales.
El adiós a los motores de combustión
El motor de combustión, que ha dominado la industria automovilística durante décadas, se encuentra en la cuerda floja. La proyección indica que para 2050, la mayoría de estos motores habrán sido reemplazados por alternativas eléctricas y tecnologías emergentes. En Europa, este proceso ya se está materializando con regulaciones más estrictas que limitan el uso de vehículos contaminantes en las ciudades.
Además de los motores de combustión, otros elementos como las cajas de cambio manuales están prácticamente en su ocaso. En Estados Unidos, su uso ha disminuido drásticamente, y en Europa se están convirtiendo en una rareza. Las transmisiones automáticas han demostrado ser más eficientes y cómodas, lo que las está consolidando como la norma.
Innovaciones que reemplazan lo clásico
La rueda de repuesto, que antes era un elemento esencial en cualquier viaje, también se encuentra en la lista de lo que pronto dejará de existir. Los kits de reparación y los neumáticos que pueden seguir rodando a pesar de un pinchazo han hecho que este espacio en el maletero se considere un lujo innecesario.
En cuanto a la comodidad, los elevalunas manuales están siendo rápidamente reemplazados por sistemas eléctricos, que ofrecen mayor eficiencia y comodidad. Igualmente, las antenas de radio tradicionales están siendo superadas por modelos más discretos y multifuncionales, integrados en el parabrisas de los vehículos.
Otro cambio significativo es la transición de las llaves tradicionales a los sistemas de apertura sin llave, que facilitan el acceso al vehículo con solo portar el dispositivo en el bolsillo. Sin embargo, la pérdida de estas llaves inteligentes puede resultar costosa.
El ámbito de la seguridad también está experimentando cambios: los frenos de tambor están cediendo ante los frenos de disco, que ofrecen un rendimiento superior y son más compatibles con las tecnologías de seguridad avanzadas.
Finalmente, lo que alguna vez fue un gesto automático para los conductores, el uso de la palanca del freno de mano, está siendo reemplazado por frenos eléctricos, que además de ser más prácticos, liberan espacio en el habitáculo.
Estos avances tecnológicos están simplificando la fabricación de automóviles y reduciendo costos de producción y mantenimiento, lo que resulta beneficioso tanto para los fabricantes como para los usuarios.
La realidad es que el futuro del automóvil está claramente orientado hacia lo eléctrico y digital, y los conductores deberán adaptarse a esta nueva era de movilidad. Según las regulaciones de la Unión Europea, se planea prohibir la venta de coches nuevos con motor de combustión a partir de 2035, con el objetivo de que en 2050 la mayoría de estos vehículos ya no estén en circulación.