El reciente terremoto que ocurrió frente a las costas de Almería el 14 de julio ha reavivado el interés en cómo se puede utilizar la tecnología de la fibra óptica para detectar sismos en tiempo real. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) reportó que el seísmo, registrado en Cabo de Gata, tuvo una magnitud de 5.3 Mw, lo que generó un debate sobre el potencial de los cables submarinos de Internet como herramientas para la detección sísmica.
La fibra óptica, tradicionalmente asociada a la transmisión de datos, está siendo investigada por su capacidad para servir como un sensor sísmico. La Red Sísmica Nacional ha comenzado a explorar esta posibilidad utilizando una innovadora técnica conocida como DAS (Distributed Acoustic Sensing). Este método permite medir de forma continua las deformaciones a lo largo de un cable de fibra óptica, transformando el extenso tendido de cables en una red de sensores capaz de detectar movimientos sísmicos.
El uso de la fibra óptica como herramienta de detección no es un concepto nuevo, pero los recientes experimentos han mostrado resultados prometedores. En 2020, se llevó a cabo un estudio en Valencia utilizando el cable submarino de la empresa ISLALINK, que conecta dicha ciudad con Palma de Mallorca. Durante esta investigación, se registraron deformaciones provocadas por un terremoto de magnitud 3.6 en el Cabo de Palos, a más de 170 kilómetros del cable, lo que subraya el potencial de esta tecnología en la identificación de sismos.
Este tipo de investigación ha sido respaldada por un grupo de científicos del Laboratorio Nacional de Física del Reino Unido, quienes han demostrado que los cables submarinos pueden utilizarse globalmente para detectar terremotos en tiempo real, incluso en profundidades oceánicas. En un experimento clave, lograron detectar señales sísmicas a lo largo de un cable de más de 5,860 kilómetros que conecta Southport en el Reino Unido con Halifax en Canadá. Además de los movimientos sísmicos, también identificaron variaciones en las corrientes oceánicas y el movimiento de las olas.
Estos hallazgos abren un abanico de posibilidades para el uso de la fibra óptica, no solo como un medio para disfrutar de Internet, sino también como una herramienta vital en la observación de fenómenos naturales. Brian Baptie, jefe de sismología en el Servicio Geológico Británico, expresó que esta tecnología ofrece “una oportunidad increíble para observar terremotos en medio del océano a corta distancia”. También destacó que podría facilitar la detección de otros fenómenos naturales, como erupciones volcánicas submarinas y tsunamis, en el futuro.
El avance en el uso de la fibra óptica para la detección sísmica podría ser un cambio significativo en la forma en que se monitorean los terremotos. La capacidad de obtener datos en tiempo real y de manera continua representa una mejora considerable respecto a los métodos tradicionales de monitoreo sísmico. A medida que la investigación avanza, la comunidad científica espera poder implementar esta tecnología en regiones propensas a sismos, lo que podría resultar en una respuesta más rápida y efectiva ante eventos sísmicos.
Con la creciente necesidad de herramientas más eficaces para la prevención de desastres naturales, la fibra óptica se presenta como una opción prometedora. A medida que se desarrollan más estudios y se llevan a cabo más experimentos, será interesante observar cómo esta tecnología puede integrarse en los sistemas de alerta temprana y en la planificación de emergencias.