El país se encuentra en una situación crítica, ya que podría perder uno de sus activos más importantes en el ámbito espacial. El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) ha exigido a Satélites Mexicanos (Satmex) que presente antes del 30 de septiembre de 2025 un plan de reemplazo para el satélite Satmex6, inactivo desde 2024 debido a una falla técnica. Si no cumplen con esta obligación, la empresa podría perder la concesión de la posición orbital 113° Oeste, considerada vital para la cobertura de servicios de telecomunicaciones y satelitales.
El Satmex6, que operaba bajo el control de la empresa francesa Eutelsat, proporcionaba servicios de video, datos gubernamentales y conexión móvil a lo largo del continente americano. En abril de 2024, la compañía notificó al IFT sobre su cese de operaciones y solicitó asistencia para gestionar una prórroga ante la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Su intención era extender el uso de las frecuencias asociadas a la posición orbital 113° Oeste, pero ante la posibilidad de un rechazo, propuso colocar temporalmente otro satélite en esa ubicación durante al menos 90 días, con un máximo de tres años.
El IFT aceptó esta opción, pero estableció como condición que Satmex entregara, antes del 1 de julio de 2025, un plan concreto de reemplazo. Sin embargo, ante la falta de información, la empresa solicitó una nueva prórroga, que fue concedida hasta el 30 de septiembre, aunque con una advertencia clara: “Este Instituto está tomando las acciones necesarias para garantizar la conservación de los recursos orbitales adjudicados al Estado Mexicano y sus bandas de frecuencias asociadas, y el nuevo término fijado no podrá ser prorrogado”, comunicó el IFT.
Si Satmex no cumple con las exigencias, perderá la concesión de la Posición Orbital Geoestacionaria (POG) 113° Oeste, que le fue otorgada en 2017 por un periodo de 20 años. Según la UIT, México tiene hasta el 25 de marzo de 2027 para colocar un satélite definitivo en esa posición. Sin embargo, expertos advierten que la fabricación y el lanzamiento de un nuevo satélite podrían llevar al menos dos años, además de que la programación de lanzamientos puede ser compleja y prolongada.
En entrevista con Expansión, Carlos Alejandro Merchán, representante de la Academia Mexicana de Ingeniería, señaló que existen alternativas técnicas, como la posibilidad de desplazar temporalmente satélites ya operativos en otras posiciones para cumplir con la regla de los 90 días, lo que permitiría mantener el derecho sobre la ubicación mientras se desarrolla una solución a largo plazo.
Merchán enfatizó la importancia estratégica de la posición 113° Oeste, recordando que México invirtió años en negociar el acceso a esta franja, en un contexto donde potencias como Estados Unidos defienden estos espacios con firmeza. “La posición orbital 113° Oeste es una de las más codiciadas del hemisferio, tanto por su cobertura estratégica como por su proximidad a Estados Unidos y Canadá”, afirmó.
Si México pierde sus derechos sobre esta posición, otros países, incluidos Francia y varias naciones árabes, ya han mostrado interés en ocuparla. “Nos están dando largas para que eventualmente perdamos nuestros derechos y ellos puedan colocar sus propios satélites”, advirtió Merchán.
El Satmex6 fue lanzado en 2015 y cambió su nombre a Eutelsat 113 West A tras la adquisición de derechos por parte de la empresa francesa. Recientemente, han surgido nuevos proyectos para el desarrollo de la industria satelital mexicana. La pérdida de la posición 113° Oeste representaría un retroceso significativo en esta estrategia, ya que recuperar o conseguir una nueva ubicación geoestacionaria es cada vez más difícil.
El impacto de perder esta posición orbital va más allá de lo técnico, ya que permite mantener comunicaciones de televisión, radio y servicios de conectividad esenciales. Además, es clave para aplicaciones en observación, meteorología y prevención de desastres naturales, elementos cada vez más relevantes en el contexto del cambio climático. En resumen, México se encuentra en una carrera contrarreloj para garantizar un reemplazo temporal o definitivo para el Eutelsat 113 West A (Satmex6) antes del final de septiembre, con el fin de preservar uno de sus activos espaciales más valiosos.