La elección entre un coche de tracción delantera o trasera es un tema que ha encendido pasiones entre los amantes del automovilismo, y un conocido mecánico en redes sociales, @ByMorad, ha compartido su perspectiva al respecto. Según él, la tracción delantera se destaca por ser más económica y ofrecer ventajas significativas en eficiencia y estabilidad, especialmente en condiciones climáticas adversas.
Ventajas de la tracción delantera
El sistema de tracción delantera transmite la fuerza del motor a las ruedas delanteras, lo que permite un mejor agarre en situaciones como lluvia o nieve. “En la lluvia y la nieve, tiene más agarre para que puedas salir de situaciones que son muy difíciles”, asegura @ByMorad. Esta configuración es común en más del 80% de los automóviles vendidos en Europa, según datos de la Asociación de Fabricantes de Automóviles (ANFAC), lo que refleja una tendencia hacia vehículos prácticos para el día a día.
Sin embargo, el mecánico advierte que no todo es positivo. Aunque se consideran más fáciles de manejar, los coches de tracción delantera suelen ofrecer una experiencia de conducción menos emocionante y son propensos al subviraje, un fenómeno donde las ruedas delanteras pierden agarre durante un giro, haciendo que el auto continúe recto a pesar de la dirección del volante.
Diversidad en la tracción trasera y 4×4
Por otro lado, la tracción trasera tiene sus propias ventajas, como una conducción más deportiva y mejor agarre en curvas rápidas. Sin embargo, @ByMorad indica que estos vehículos son más costosos y requieren un mayor control al conducir, ya que pueden patinar fácilmente en condiciones húmedas. “Estos coches requieren mucha experiencia de conducción”, subraya.
Curiosamente, el mecánico también revela su preferencia personal: “Para mí, el mejor es el cuatro por cuatro”. Este sistema de tracción total distribuye la potencia a las cuatro ruedas, lo que mejora significativamente la adherencia, incluso en condiciones secas, siempre que el vehículo sea potente. Sin embargo, estos autos suelen ser más pesados, sumando entre 75 y 100 kilogramos en comparación con los de tracción a dos ruedas, lo que puede aumentar el consumo de combustible en hasta un litro por cada 100 kilómetros.
En resumen, la elección entre tracción delantera, trasera o 4×4 depende en gran medida del uso que se le dará al vehículo y de las preferencias personales del conductor, siempre considerando las condiciones de manejo que enfrentará.