El Tribunal Federal de Apelaciones del distrito de Columbia ha rechazado la solicitud del Gobierno del presidente Donald Trump para despedir a la gobernadora de la Reserva Federal (Fed), Lisa Cook. Este rechazo se produce en un momento crítico, justo antes de la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) encargada de fijar los tipos de interés.
Decisión judicial y contexto político
El juez de circuito Brad Garcia argumentó que, dadas las circunstancias únicas del caso y la alta probabilidad de que Cook tuviera éxito en su demanda de debido proceso, se deniega la solicitud de amparo del Gobierno. Esta decisión se da a pesar de la disconformidad del magistrado Gregory Katsas, designado por Trump, quien fue el único en votar en contra.
Con esta resolución, Cook participará en la próxima votación de la Fed sobre los recortes de tipos de interés. La semana pasada, un juez ya había dictaminado que su despido probablemente era ilegal y la reincorporó al tribunal mientras continúa la batalla legal por su puesto.
Acusaciones y repercusiones
Trump había despedido a Cook a finales de marzo de 2023, tras una denuncia penal que la acusa de fraude hipotecario. Se le atribuye haber declarado falsamente propiedades en Michigan y Georgia como residencias principales en un corto periodo de tiempo en 2021, así como presentar indebidamente una tercera propiedad como su “segunda residencia”.
La realidad es que Trump ha criticado durante mucho tiempo a la Reserva Federal por no reducir las tasas de interés con la rapidez que él considera necesaria. El intento de despedir a Cook se suma a otros esfuerzos del presidente por remover a líderes de agencias independientes, quienes, según la ley federal, no pueden ser despedidos sin causa justificada.
El pasado miércoles, una jueza federal bloqueó temporalmente el despido de Cook, señalando que las acusaciones de la Administración Trump no constituyen una causa justificada para su destitución bajo la Ley de la Reserva Federal. Además, se argumentó que la forma en que fue despedida podría haber violado sus derechos procesales constitucionales.
Este caso resalta no solo las tensiones políticas en EE.UU., sino también el impacto que tales decisiones pueden tener en el ámbito económico global, dado el papel central que juega la Fed en la política monetaria estadounidense.