Elon Musk, el magnate detrás de SpaceX, tiene un ambicioso objetivo: convertir a la humanidad en una especie multiplanetaria y establecer una colonia en Marte. Según él, este sueño se materializará a más tardar en 2030. Sin embargo, la visión de Musk ha sido cuestionada por expertos en astrofísica, quienes argumentan que la Tierra, incluso en escenarios catastróficos, seguirá siendo un refugio más seguro que el planeta rojo.
La dura crítica de Becker
En una reciente entrevista con Rolling Stone, el astrofísico Adam Becker calificó de “fantasías mesiánicas” las aspiraciones de Musk. Becker se opone firmemente a la idea de colonizar Marte, describiéndola como “una de las cosas más estúpidas que alguien podría decir”. Según él, incluso en los peores escenarios, como un impacto de asteroide o una guerra nuclear, la Tierra siempre será una mejor opción en comparación con Marte, que es un desierto helado y hostil.
El científico ilustró su punto con datos contundentes: mientras que Marte tiene una atmósfera delgada compuesta casi en su totalidad por dióxido de carbono y una presión atmosférica que apenas llega al 0.6% de la de la Tierra, nuestro planeta, aun devastado, mantendría condiciones necesarias para la vida. Esto incluye una atmósfera capaz de soportar oxígeno y un campo magnético que protege contra la radiación cósmica.
Un refugio en medio del caos
Becker argumenta que, incluso si la atmósfera terrestre estuviera completamente contaminada, los océanos seguirían siendo un recurso vital que podría purificarse. En contraste, Marte apenas tiene hielo en sus polos y las reservas subterráneas son difíciles de acceder. Además, el suelo marciano está lleno de percloratos tóxicos, lo que haría imposible cultivar alimentos de manera efectiva.
La idea de terraformar Marte, aunque teóricamente posible, implicaría movilizar millones de toneladas de materiales y recursos sin garantía de éxito. Becker advierte que concentrar esfuerzos en este tipo de proyectos es una distracción peligrosa y poco práctica.
“Lo lógico es invertir todos los recursos en preservar y, si es necesario, reparar la Tierra”, sostiene Becker, enfatizando que nuestro planeta es el único sistema de soporte vital que tenemos y que funciona a la perfección.
Mientras tanto, el astronauta mexicano José Hernández también ha expresado sus dudas sobre la viabilidad de las misiones a Marte, sugiriendo que tomaría al menos 15 años para que esto ocurriera. Con el futuro de la humanidad en juego, la discusión sobre la colonización de Marte sigue generando controversia y reflexiones profundas sobre nuestras prioridades como especie.