YouTube ha anunciado un cambio significativo en su plataforma que podría transformar la forma en que se controla el acceso a sus videos según la edad del usuario. La compañía, en un esfuerzo por adaptarse a las regulaciones cada vez más estrictas, ha decidido utilizar la Inteligencia Artificial para inferir la edad de los usuarios, incluso sin que estos la proporcionen directamente.
El anuncio fue realizado por James Beser, Director de Gestión de Productos de YouTube, el pasado 30 de julio de 2025. En su publicación en el blog corporativo, Beser explicó que el sistema se basará en un algoritmo de aprendizaje automático capaz de analizar diversos factores, como el tipo de videos que un usuario consume y sus patrones de búsqueda, para crear un perfil que determine su edad.
Este movimiento de YouTube no es aislado. En la Unión Europea, el Reglamento de Servicios Digitales (DSA) obliga a las plataformas a implementar sistemas sólidos de verificación de edad. Además, la futura Cartera de Identidad Digital de la UE, que se lanzará en 2026, facilitará este proceso de verificación de manera privada. En el Reino Unido, la Online Safety Act ya impone sanciones severas a las plataformas que no protejan adecuadamente a los menores de acceso a contenido perjudicial, lo que subraya la urgencia de este tipo de medidas.
La edad que se tendrá en cuenta generalmente será la mayoría de edad, fijada en 18 años en la mayoría de los países, aunque en algunas naciones como Australia, se considera la mayoría a los 16 años. Si YouTube determina que una cuenta pertenece a un menor, se desactivará la publicidad personalizada y se activarán herramientas de bienestar digital, como recordatorios para tomar descansos de la pantalla.
El uso de esta inteligencia artificial comenzará a implementarse el 13 de agosto en algunos usuarios de Estados Unidos, y se espera que se expanda gradualmente a más usuarios y países. Sin embargo, surge una interrogante importante: ¿qué sucede si el sistema comete un error al inferir la edad de un usuario?
La posibilidad de que la inteligencia artificial clasifique erróneamente a un usuario mayor de edad como menor podría generar inconvenientes. En tales casos, los usuarios tendrían que demostrar su edad mediante documentos oficiales, como una identificación o una tarjeta de crédito, lo que podría resultar engorroso y generar frustración.
A pesar de estas preocupaciones, la implementación de este sistema de verificación de edad representa un paso significativo hacia un entorno más seguro en línea. Aunque actualmente se encuentra en fase experimental, la intención de YouTube es clara: garantizar que los menores de edad estén protegidos de contenido inapropiado mientras se navega en la plataforma.
A medida que YouTube avanza en esta integración de la inteligencia artificial, queda por ver cómo responderán los usuarios y cómo se ajustará la plataforma a las diferentes legislaciones en los países donde opera. La decisión de la compañía refleja una creciente necesidad de equilibrio entre la innovación tecnológica y la protección de los usuarios más vulnerables en el entorno digital.