ACTUALIZACIÓN URGENTE: Nuevos cargos han sido presentados este miércoles contra Naasón Joaquín García, líder de la megacongregación La Luz del Mundo, en Estados Unidos, por presunta conspiración de crimen organizado, tráfico sexual y explotación infantil. Esta es la segunda acusación federal que enfrenta García, de 56 años, quien ya cumple una condena de 16 años en una prisión de California por abusar sexualmente de jóvenes seguidores.
Las acusaciones revelan una organización criminal que abusó sistemáticamente de la iglesia durante décadas, facilitando el abuso de niños y mujeres, incluyendo la creación de fotos y videos de actos sexuales sádicos contra menores.
“Se aprovecharon de la fe de sus seguidores para abusar de ellos”,
declaró Jay Clayton, fiscal federal del Distrito Sur de Nueva York, subrayando que los acusados utilizaron su poder religioso y financiero para intimidar a las víctimas y mantener el silencio sobre los abusos.
Además de García, otros imputados incluyen a su madre, Eva García de Joaquín, su sobrino Joram Núñez Joaquín, y dos operadoras de tráfico sexual, Rosa Sosa y Azalia Rangel García. El agente especial de la Oficina Local de Investigaciones de Seguridad Nacional en Nueva York, Ricky J. Patel, afirmó que los acusados atacaron a personas que confiaron en la iglesia y sufrieron crímenes inimaginables.
Las revelaciones de esta acusación ha generado un fuerte rechazo entre las víctimas y defensores de derechos humanos, quienes exigen justicia. Harry T. Chavis Jr., agente especial del Servicio de Impuestos Internos, enfatizó que el grupo se escondió “tras la legitimidad de una iglesia” mientras se dedicaba a actividades criminales como el tráfico sexual y la pornografía infantil.
Este caso ha puesto en jaque la reputación de La Luz del Mundo y ha reabierto heridas en la comunidad que ha sufrido por años bajo un sistema que permitió el abuso. Los próximos pasos incluyen audiencias judiciales que se llevarán a cabo en las próximas semanas, donde se espera que más detalles salgan a la luz sobre la red de complicidad y encubrimiento que permitió estos actos atroces.
La situación sigue desarrollándose y es crucial mantenerse informado sobre los avances en este caso que ha conmocionado no solo a México, sino también a la comunidad internacional.
