Air Canada ha suspendido sus vuelos desde el pasado domingo debido a la negativa del sindicato que representa a 10 mil asistentes de vuelo a cumplir con una orden de regreso al trabajo emitida por la Junta de Relaciones Industriales de Canadá. Esta situación ha impactado a aproximadamente 130 mil pasajeros diarios, lo que ha llevado a cancelaciones masivas y significativos retrasos en la operación de la aerolínea.
El sindicato se ha manifestado en contra de la orden gubernamental, considerándola “inconstitucional”, y ha acusado a Air Canada de no estar dispuesta a negociar de manera justa. Según declaraciones de Mark Hancock, presidente del Sindicato Canadiense de Empleados Públicos, la organización está firme en su posición: “Estamos diciendo no”, expresó en una protesta frente al Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto.
Intervención gubernamental y reprogramación de vuelos
La ministra de Empleo Federal, Patty Hajdu, ha intervenido en el conflicto, ordenando el regreso al trabajo y remitiendo el caso a la Junta de Relaciones Industriales de Canadá. Sin embargo, el sindicato ha mantenido su postura de no acatar la directiva. Ante esta situación, Air Canada ha anunciado que reanudará sus operaciones el lunes por la noche, mientras trabaja en estabilizar sus horarios y gestionar las cancelaciones previstas para los próximos siete a diez días. Los pasajeros afectados tendrán la opción de solicitar reembolsos completos o alternativas de viaje a través de otras aerolíneas, aunque la disponibilidad es limitada debido al alto volumen de vuelos en esta temporada alta de verano.
Dificultades en las negociaciones contractuales
Las negociaciones entre Air Canada y el sindicato han estado en curso durante ocho meses, sin que se haya llegado a un acuerdo. La aerolínea ofreció un aumento salarial total del 38% en cuatro años, que incluiría mejoras en beneficios y pensiones, lo que convertiría a los asistentes de vuelo en los mejor remunerados de Canadá. No obstante, el sindicato rechazó esta oferta, argumentando que el aumento del 8% en el primer año no compensa el impacto de la inflación y que el trabajo no remunerado sigue siendo un punto crítico en la negociación.
El conflicto ha generado preocupación en el ámbito económico, y el Consejo Empresarial de Canadá ha instado al gobierno a imponer un arbitraje vinculante. La Cámara de Comercio celebró la intervención gubernamental, mientras que Hajdu aseguró que la medida no tiene la intención de limitar la acción sindical, sino de resolver el punto muerto y evitar riesgos económicos adicionales, especialmente en el contexto de los recientes aranceles impuestos por Estados Unidos a Canadá.