América Latina acelera en inteligencia artificial pero enfrenta crisis de inversión y talento
El Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial, ILIA 2025, acaba de revelar que Chile, Brasil y Uruguay lideran la región como pioneros en adopción de IA, superando los 60 puntos en el ranking presentado por la CEPAL y el Centro Nacional de Inteligencia Artificial de Chile (CENIA). Sin embargo, mientras estos países avanzan con fuerza, más de un tercio de la región permanece rezagada, con ecosistemas tecnológicos emergentes y faltos de infraestructura necesaria.
La situación pone en riesgo oportunidades clave para millones de habitantes, ya que la brecha en inteligencia artificial impacta directamente en sectores vitales como educación, salud, empleo y servicios públicos. “La inteligencia artificial puede ser un motor de desarrollo en América Latina y el Caribe si se cierra la brecha de infraestructura y talento,” advirtió José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL.
Inversión en IA en la región es alarmantemente baja y afecta el futuro
A pesar de representar el 6.6% del PIB mundial, América Latina recibe apenas un 1.12% de la inversión global destinada a inteligencia artificial, una cifra que mantiene al ecosistema regional decisivamente limitado. Según Álvaro Soto, director de ILIA en CENIA, “el promedio regional es seis veces inferior a la inversión global en IA respecto al PIB per cápita”.
Esta insuficiencia frena la capacidad de los países para escalar proyectos innovadores que impulsen la productividad y mejoren la calidad de vida. Además, la fuga de talento especializado agrava el problema, dejando a la región en desventaja frente a potencias globales.
Chile, Brasil y Uruguay marcan la pauta con ecosistemas consolidados
Los países pioneros cuentan con sólidas estrategias nacionales en IA, mejor conectividad, y centros de talento técnico que les permiten acelerar la innovación. Estos países logran atraer inversiones y aplicar soluciones de inteligencia artificial tanto en sectores públicos como privados, fortaleciendo su competitividad y modernización.
Por encima están también 8 países catalogados como adoptantes, entre ellos Colombia, Ecuador, Costa Rica y República Dominicana que han mejorado su infraestructura digital y consolidado políticas nacionales para disminuir la brecha tecnológica. Sin embargo, para los más rezagados, denominados exploradores, los retos estructurales aún dificultan el desarrollo y adopción efectiva de tecnologías propias.
Impacto directo en la vida cotidiana y riesgos de seguir sin avanzar
La disparidad en el acceso y uso de IA tiene consecuencias palpables para el ciudadano común. Desde plataformas educativas eficientes hasta el acceso más rápido a servicios de salud o mejor protección social, la IA apunta a transformar el día a día. Pero su adopción mayormente sigue limitada al consumo de aplicaciones listas para usar, sin promover la creación de tecnologías propias que potencien el bienestar colectivo.
José Manuel Salazar-Xirinachs: “Es fundamental alinear políticas de digitalización con desarrollo productivo para cerrar brechas y evitar mayor desigualdad.”
De no articularse estas políticas con inversión suficiente y un enfoque inclusivo de género y medio ambiente, la región corre el serio peligro de quedar rezagada frente a países con ecosistemas más maduros y sostenibles.
Ruta hacia una transición justa e inclusiva en IA para América Latina
El ILIA 2025 no solo diagnostica sino que funciona como guía para que gobiernos y sectores privados ajusten sus estrategias y mecanismos de implementación. Actualmente, muchas políticas nacionales carecen de presupuestos claros o mecanismos para evaluar su impacto real.
Claudia Gintersdorfer, embajadora de la Unión Europea en Chile, subraya que este índice debe conducir a una “transición justa, inclusiva y centrada en las personas” donde la inteligencia artificial sea un recurso para avanzar en igualdad y sostenibilidad.
Para México y otros países latinoamericanos, esta información debe despertar un llamado urgente a acelerar inversiones, fomentar la formación técnica de talento local y promover políticas públicas integrales. Solo así se podrá cerrar la brecha y asegurar que la revolución tecnológica en IA impulse un futuro próspero y equitativo en toda América Latina.
La batalla por el liderazgo en IA en la región está en marcha y define quién avanzará hacia la economía digital del mañana.