ACTUALIZACIÓN URGENTE: En un fuerte reclamo, el senador Ricardo Anaya acusó a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de tener un proceso de selección viciado, afirmando que no poseen legitimidad tras la reciente elección judicial.
Durante su intervención en el Senado, Anaya, coordinador del PAN, señaló que “callar en este momento histórico sería profundamente cobarde”, instando a cuestionar la legitimidad del proceso que permitió su llegada al Poder Judicial. “No tiene legitimidad de origen la autoridad que emana de un proceso fraudulento plagado de irregularidades”, enfatizó ante los ministros.
Anaya no solo se limitó a criticar a los jueces, sino que también recordó el fraude de las elecciones locales en Chihuahua en 1986, donde el panista Luis H. Álvarez mantuvo una huelga de hambre de 40 días. “Este proceso está viciado de origen, y lo tenemos que decir”, acusó Anaya, revelando cuatro irregularidades clave que, según él, afectan la validez de la elección.
El primero de sus reclamos se centra en la reciente elección judicial, donde Anaya admitió que, aunque Morena ganó la mayoría en el Congreso, con un 54% frente al 46% del PAN, no se puede concluir que el pueblo de México les otorgó un mandato para reformar la Constitución.
Además, Anaya cuestionó la conformación de los comités de evaluación, señalando que los integrantes eran “no capacitados” y que el sistema había hecho “su trabajo sucio” al permitir que personas inadecuadas fueran seleccionadas. Presentó un video que demuestra la falta de preparación de una de las integrantes de un comité.
Una de las irregularidades más alarmantes fue la elección de los miembros del Tribunal de Disciplina, donde se utilizó una tómbola que, según Anaya, violó el artículo 96 de la Constitución al incluir solo a 19 aspirantes en vez de los 50 requeridos, lo que llevó a una selección manipulada.
Finalmente, Anaya condenó la baja participación en las elecciones judiciales, afirmando que “nueve de cada diez personas en México no votaron”, y criticó la existencia de prácticas como la “vergonzosa feria de acordeones” que empañaron el proceso.
“Es claro que hacía falta una profunda reforma al Poder Judicial, pero no para tomar el control de un Poder del Estado”, concluyó Anaya, instando a que surja una reforma auténtica capaz de hacer la justicia accesible para todos en el país.
Con estos señalamientos, el debate sobre la legitimidad del Poder Judicial en México se intensifica, dejando en claro que la oposición no se quedará callada ante lo que consideran un proceso corrupto y manipulado.
