Nuevos reportes confirman que el acuerdo arancelario entre la Comisión Europea y la Administración Trump ha dejado al sector vitivinícola europeo en una situación crítica. Este viernes, el Comité Europeo de Empresas Vines expresó su “profunda decepción” por el mantenimiento de un arancel del 15% sobre el vino, que afecta gravemente las exportaciones a Estados Unidos, valoradas en más de 4,880 millones de euros solo en 2024.
El jefe comercial de la UE, Maros Sefcovic, lamentó que, a pesar de conseguir un acuerdo “cero por cero” en sectores estratégicos como la aviación, los vinos y licores europeos no lograron ser excluidos. “Lamentablemente, aquí no lo conseguimos”, afirmó Sefcovic, abriendo la posibilidad de que la situación cambie en los próximos meses.
El impacto es inmediato y devastador para el sector vitivinícola, que ha comenzado a prever recortes en las facturaciones y suspensiones de inversiones. La omisión de los vinos en este acuerdo es “especialmente preocupante”, dado que representan un producto estratégico y esencial para la exportación europea, contribuyendo significativamente a la cadena de suministro estadounidense. Por cada dólar generado por las exportaciones de vino europeo, los sectores de distribución y hostelería en EE. UU. obtienen 4,50 dólares.
En el caso de España, el vino es uno de los productos más relevantes en sus exportaciones, siendo EE. UU. el segundo mayor consumidor de vino español, solo detrás de Alemania, con un gasto de 335 millones de euros en 2024. La situación actual pone en riesgo no solo la economía vitivinícola, sino también la conexión cultural y comercial entre Europa y Estados Unidos.
A pesar de la adversidad, el sector mantiene la “esperanza” de que las próximas negociaciones entre las autoridades europeas y estadounidenses incluyan la eliminación de estos aranceles. El CEEV ha instado a la Comisión Europea a seguir presionando para que el vino sea incluido en las exenciones. “Es urgente eliminar este arancel perjudicial y proteger un sector que genera prosperidad y sostenibilidad”, concluyeron.
La situación se desarrolla rápidamente y las reacciones de las empresas vitivinícolas y de los gobiernos seguirán siendo clave en las próximas semanas, mientras el mundo observa cómo se resuelven estas tensiones comerciales que afectan a millones de personas en ambos lados del Atlántico.
