Los incendios forestales han devastado más de 30,000 hectáreas en España en la última semana, acercándose al récord anual de 2022. Este fenómeno, impulsado por el cambio climático, ha generado condiciones propicias para la expansión de las llamas, especialmente debido a un verano temprano y árido.
La necesidad de actuar con urgencia es evidente, pero la pregunta clave es: ¿se puede predecir y evitar la ocurrencia de estos incendios? Tradicionalmente, se utilizaba la regla del 30-30-30 para identificar áreas en riesgo; si las temperaturas superan los 30 °C, los vientos son mayores a 30 km/h y la humedad está por debajo del 30%, el riesgo de incendio se incrementa. Sin embargo, este enfoque ha resultado insuficiente ante la creciente frecuencia de incendios.
Inteligencia artificial como herramienta de predicción
La implementación de algoritmos de inteligencia artificial ha transformado la forma en que se pueden anticipar incendios forestales. Estos sistemas analizan imágenes satelitales, datos históricos y realizan simulaciones para establecer riesgos y comportamientos potenciales de los incendios. Los resultados preliminares son prometedores, señalando un camino hacia la optimización de recursos de respuesta.
Existen tres metodologías principales que utilizan los algoritmos de IA. La primera se centra en el análisis de imágenes satelitales, donde se evalúa la presencia de vegetación seca y la actividad humana. La segunda se basa en datos históricos combinados con información climática actual. Finalmente, la tercera involucra simulaciones que permiten modelar el comportamiento de posibles incendios y las mejores estrategias de contención.
Casos internacionales y su relevancia
Canadá ha sido uno de los países más afectados por incendios forestales en años recientes. Por ello, han desarrollado su propio sistema de predicción, que considera datos climáticos y fenómenos atmosféricos del último año, incluyendo la fecha de derretimiento de la nieve en cada región, un factor crítico que incrementa el riesgo de incendios.
En contraste, otros países han optado por la colaboración internacional. Un ejemplo destacado es la Universidad de Chile, que ha desarrollado un sistema de IA conocido como Cell2Fire, gracias a la cooperación con científicos de diversas naciones, incluida España. Este sistema utiliza simulaciones avanzadas para predecir el inicio de incendios y determinar las mejores formas de combate.
Cell2Fire ha mostrado una precisión del 85% en sus predicciones durante las pruebas iniciales, lo que representa un avance significativo en la lucha contra incendios forestales. Sin embargo, es fundamental señalar que, aunque estas herramientas son efectivas, no pueden prever todos los incendios, especialmente aquellos provocados intencionalmente.
La lucha contra los incendios forestales es compleja y multifacética, y aunque los avances en tecnología son alentadores, la naturaleza humana sigue siendo un factor impredecible. La mejora continua de estos sistemas es esencial para enfrentar este desafío creciente.