Los precios de los boletos para el Mundial 2026 elevan alarmas en México
La venta de entradas para el Mundial de Futbol 2026 ya genera impacto nacional y tensiones en el aficionado promedio. Los montos oficiales filtrados confirman que el costo más bajo para un partido en fase de grupos será de 1,100 pesos, mientras que el boleto más caro para la Final en Nueva York alcanza los 123,800 pesos.
Este aumento bárbaro en los costos provoca un profundo descontento social, y es que de 4.5 millones de aspirantes registrados, sólo un porcentaje muy limitado accederá a las entradas. El Mundial se disputará en México, Estados Unidos y Canadá, con un total de 104 partidos que prometen ser históricos, pero inaccesibles para muchos.
La brecha social y económica acentúa el acceso al futbol
La reflexión de Jorge Valdano, campeón del mundo y figura del futbol, se vuelve más vigente que nunca: “El futbol se ha mudado de los barrios pobres a los barrios ricos”. En décadas pasadas, los aficionados podían comprar boletos en taquilla a precios populares; hoy, la automatización y el mercado han encarecido el acceso al deporte globalmente.
En localidades mexicanas como Tepito, Mexicali, San Nicolás o Chilpancingo, donde tradicionalmente el futbol es pasión desbordada, los precios actuales excluyen a aquellos que seguían con esperanza la posibilidad de vivir un Mundial en casa.
Costos prohibitivos alejan al aficionado común del evento más esperado
El paquete para seguir cinco partidos en fase de grupos en México costará 70,000 pesos, lo que hace que cada partido ronde los 14,000 pesos. Este costo es inalcanzable para la mayoría, y la amenaza es clara: un evento limitado a personas con economías acomodadas que pueden aprovechar sus tarjetas de crédito para asegurar boletos.
La operación de esta Copa, sin duda, es costosa, pero especialistas y seguidores del futbol demandan un esfuerzo por parte del comité organizador que permita que la fiesta sea también para la gente que históricamente anima el futbol con pasión, pero que hoy ve esta oportunidad lejana.
Las redes sociales y la incertidumbre aumentan la urgencia
La publicación de estos precios circula en redes sociales y medios, provocando debate y alarma. Sin embargo, el proceso oficial de compra aún requiere registro en la página de FIFA, un trámite que ha detenido a varios por su complejidad y paciencia requerida.
Mientras, el mercado y la organización siguen en marcha, y los aficionados mexicanos deben prepararse para un Mundial que, aunque se celebre en casa, podría estar dominado por sectores privilegiados.
Lo que sigue: atención a registros y confirmación de boletos
El desenlace de la venta de boletos será crucial en las próximas semanas. Se espera que el proceso depure los registros y que sólo unos pocos tengan acceso a las entradas codiciadas. El reto para los actuales aficionados es complicado: luchar contra precios exorbitantes y limitaciones en la distribución.
En conclusión, la realidad del Mundial 2026 ya no es la misma para el público tradicional mexicano; la fiesta del futbol se vive hoy con grandes diferencias económicas que están dando mucho de qué hablar.