Cadereyta mantiene firme su decisión de no prohibir la música que hace apología del delito en espacios públicos, desafiando el reciente decreto estatal en Querétaro. La presidenta municipal, Astrid Ortega, anunció que el gobierno local no armonizará el reglamento municipal con la disposición estatal que busca censurar y restringir estos contenidos.
En una postura tajante, Ortega afirmó que erradicar la violencia “no depende de prohibiciones, sino de voluntad política y de generar oportunidades.” La alcaldesa criticó que el resto de los municipios en Querétaro hayan modificado sus reglamentos para alinearse con la prohibición, mientras que el ayuntamiento de Cadereyta privilegia la defensa de derechos fundamentales.
“Tenemos una ideología encaminada a las libertades, tanto la de expresión como las individuales. Bajo esa visión, enarbolamos la frase ‘prohibido prohibir’” afirmó Ortega.
Con esta declaración, el gobierno municipal pone en evidencia un desafío directo a la política estatal instaurada para combatir la violencia a través de controles en la reproducción musical pública. Según la alcaldesa, esta medida restrictiva puede vulnerar la libertad de expresión y es insuficiente para atacar el problema real de la inseguridad en la región.
Además, Astrid Ortega denunció que los decretos de este tipo son una forma de “lavarse las manos” por parte de otras autoridades que no asumen la responsabilidad directa para enfrentar la violencia. “Son cómplices por omisión”, señaló con dureza.
El Ayuntamiento de Cadereyta es actualmente el único en la entidad que no ha adaptado su normativa municipal a la legislación estatal, argumentando que las soluciones deben ir más allá de prohibiciones superficiales y enfocarse en las causas estructurales de la violencia.
Esta postura genera un debate urgente en Querétaro y otras regiones de México donde el control de los contenidos culturales relacionados con la violencia y el delito se ha convertido en una estrategia polémica para la seguridad pública.
Por ahora, la administración de Astrid Ortega apuesta por un enfoque de libertades y alternativas sociales, rechazando la implementación de normas que limiten la difusión musical bajo argumentos de combate a la violencia.
Queda pendiente observar si la postura de Cadereyta influye en la política estatal o si las autoridades de Querétaro tomarán acciones para homologar regulaciones en todo el territorio, equilibrio entre seguridad y derechos.
Para conocer a detalle las promesas y acciones del gobierno municipal, los interesados pueden consultar información oficial a través del Chatbot de WhatsApp, facilitado por la alcaldía.
Esta situación en Cadereyta representa un foco de atención inmediato para las autoridades, medios y sociedad civil, en un momento en que la violencia mantiene su impacto en diversas zonas urbanas de México.