La inestabilidad climática en México, donde un mismo día puede comenzar con frío, seguir con un sol intenso y concluir con lluvia, impacta significativamente la salud de la piel. Esta variabilidad obliga a la dermis a adaptarse constantemente, lo que puede debilitar su barrera natural. Para entender mejor cómo proteger el cutis frente a estos cambios, consultamos al Dr. Bernardo Goldzweig Hans, director médico de la Clínica BGH Medicina Estética, quien detalla los principales daños y ofrece consejos prácticos.
Impacto del clima cambiante en la piel
Los cambios bruscos de temperatura generan efectos adversos en la piel. El frío provoca resequedad, el calor deshidrata, la humedad altera el equilibrio y la contaminación acelera la oxidación celular. Según el Dr. Goldzweig, estos factores pueden resultar en irritaciones, pérdida de elasticidad, arrugas prematuras y un aspecto apagado. La piel, al ser la primera línea de defensa contra elementos externos, requiere cuidados constantes. Ignorar estas señales podría transformar un problema temporal en uno crónico.
Una rutina básica de cuidado es esencial para mantener la piel saludable. El especialista sugiere una limpieza suave dos veces al día, el uso de un suero antioxidante por las mañanas, y la aplicación de una crema hidratante con ceramidas o ácido hialurónico. Un protector solar de amplio espectro es indispensable, incluso en días nublados.
Por la noche, la aplicación de productos reparadores que contengan péptidos o ácido hialurónico es ideal para restaurar la piel después de la exposición diaria. La clave está en la constancia: no se trata de usar muchos productos, sino de seguir una rutina que se adapte a cada tipo de piel.
Tratamientos profesionales para fortalecer la piel
Aparte del cuidado en casa, existen tratamientos médico-estéticos que pueden reforzar la salud cutánea. Las limpiezas faciales profundas con antioxidantes ayudan a eliminar impurezas y neutralizar radicales libres. Esto no solo mejora la apariencia de la piel, sino que también la hace más resistente al paso del tiempo y a factores ambientales, especialmente en ciudades con altos niveles de contaminación.
El Dr. Goldzweig resalta que es crucial acudir a un especialista cuando la piel presenta señales de que necesita atención profesional: descamación, sensación de tirantez, pérdida de luminosidad, brotes frecuentes o un cansancio visible. Estos síntomas indican que la barrera cutánea está comprometida y que no basta con incrementar la hidratación.
Antes de iniciar cualquier tratamiento, incluso si es mínimamente invasivo, es fundamental realizar una valoración médica integral. Solo un especialista puede determinar si se trata de un problema estético o de una enfermedad dermatológica que requiere atención específica.