La noche del miércoles, la Policía de Chile, en colaboración con el Ministerio Público, logró la captura de Gordo Alex, uno de los líderes del Tren de Aragua, una organización criminal venezolana. Este individuo está acusado de ser el autor intelectual del asesinato del exmilitar venezolano Ronald Ojeda, un caso que ha generado gran conmoción en la opinión pública y ha repercutido en las relaciones diplomáticas entre Chile y Venezuela.
La detención se llevó a cabo en la comuna de Estación Central, tras un operativo realizado por Carabineros. Según informes de medios locales, la captura de este sospechoso representa un avance significativo en la investigación relacionada con el secuestro y homicidio de Ojeda, quien fue secuestrado el 21 de febrero de este año en su domicilio en Santiago.
Durante el operativo, la Policía detectó la presencia del “Gordo Alex” mientras ejecutaba un allanamiento en relación a otro caso, específicamente el secuestro de un empresario en Quilicura el pasado 7 de agosto. Posteriormente, el detenido fue trasladado a la 3° Comisaría de Santiago y entregado a la Policía de Investigaciones (PDI), que se encarga de la indagación sobre el crimen de Ojeda.
El Tren de Aragua, que se originó en la prisión venezolana de Tocorón, ha extendido sus operaciones a varios países de la región, incluyendo Colombia, Perú, Bolivia y Chile. Las autoridades chilenas identifican a Gordo Alex como parte de la facción “Los Piratas”, vinculada a múltiples delitos, entre ellos narcotráfico, extorsión, secuestro y homicidios. La Fiscalía chilena ha estado investigando a esta organización desde hace tiempo, dada su creciente influencia en el crimen organizado en la región.
El caso de Ronald Ojeda ha despertado gran inquietud, no solo por su naturaleza violenta, sino también por las implicaciones políticas que conlleva. Ojeda, conocido por su oposición al régimen de Nicolás Maduro, había recibido asilo político en Chile. Sus restos fueron encontrados diez días después de su secuestro, ocultos bajo cemento en un área periférica de la capital chilena. Este hallazgo ha reavivado el debate sobre la seguridad de los opositores políticos venezolanos en el extranjero.
Desde el inicio de la investigación, el Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) del Ministerio Público chileno ha apuntado a un posible móvil político detrás del asesinato, una hipótesis que ha sido respaldada por el gobierno de Gabriel Boric. Testimonios recabados por la Fiscalía sugieren que autoridades del régimen venezolano podrían haber instigado el ataque, lo que ha deteriorado aún más las relaciones diplomáticas entre Chile y Venezuela.
La dictadura venezolana ha respondido a esta situación solicitando el cierre de los dos consulados chilenos en su territorio, argumentando que esto es consecuencia de la “suspensión de las relaciones diplomáticas” entre Santiago y Caracas. Sin embargo, en la práctica, los vínculos ya estaban fracturados desde agosto, cuando Maduro ordenó la salida de la diplomacia chilena y cerró la embajada de Chile en Venezuela, tras las declaraciones de Boric, quien calificó de fraudulentas las elecciones del 28 de julio de 2024.
La captura del “Gordo Alex” puede ser un punto de inflexión en la lucha contra el crimen organizado en la región, aunque también plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre Chile y Venezuela en un contexto político cada vez más tenso. Las autoridades chilenas continúan investigando y han prometido seguir adelante con las diligencias necesarias para esclarecer por completo el caso de Ronald Ojeda y llevar a los responsables ante la justicia.
