Últimos desarrollos: La suspensión indefinida de Jimmy Kimmel Live! por parte de ABC ha desatado una ola de reacciones entre celebridades y figuras públicas en Estados Unidos. Confirmada el 15 de septiembre, esta medida ha sido calificada como un ataque directo a la libertad de expresión y un preocupante ejemplo de censura mediática.
Wanda Sykes, quien debía aparecer en el programa la noche de la suspensión, expresó su apoyo a Kimmel en Instagram: “No terminó la guerra en Ucrania ni resolvió Gaza en su primera semana. Pero sí acabó con la libertad de expresión en su primer año. Para quienes rezan, ahora es el momento. Te quiero, Jimmy”. Mike Birbiglia también se pronunció, instando a sus colegas a defender la libertad de expresión: “Si eres comediante y no denuncias la locura de sacar a Kimmel del aire, no vuelvas a hablar de libertad de expresión”.
La situación ha sido catalogada como “inaceptable” por Rosie O’Donnell, mientras que Chris Hayes la describió como “el ataque más directo a la libertad de expresión por parte de actores estatales”. Otras voces, como la de Sophia Bush, lamentaron la pérdida de la Primera Enmienda, afirmando que “el fascismo está aquí y es aterrador”.
La controversia ha trascendido al ámbito del espectáculo, alcanzando a figuras políticas. El gobernador de California, Gavin Newsom, advirtió en X sobre una estrategia coordinada de censura mediática: “Comprar y controlar plataformas mediáticas. Despedir comentaristas. Cancelar programas. No son coincidencias. Es peligroso. El @GOP no cree en la libertad de expresión. Te están censurando en tiempo real”.
El senador demócrata Cory Booker también se unió al debate, compartiendo en Instagram una imagen del texto de la Primera Enmienda, mientras que Jasmine Crockett, miembro de la Cámara de Representantes, criticó la decisión de retirar el programa, señalando la falta de indignación ante otros casos de violencia y discriminación mediática.
La decisión de ABC fue impulsada por los comentarios de Kimmel sobre el asesinato de Charlie Kirk, ocurrido el 10 de septiembre en la Utah Valley University. Durante su emisión del 15 de septiembre, Kimmel condenó la respuesta de ciertos sectores políticos ante el trágico evento, generando un debate nacional sobre los límites de la opinión en televisión.
La reacción de Nexstar Media, el mayor conglomerado de medios locales y digitales de EE. UU., fue inmediata al rechazar las declaraciones de Kimmel y anunciar que reemplazarían su programa por otra programación en mercados afiliados a ABC. Esta decisión se enmarca en un contexto de consolidación mediática, ya que Nexstar anunció la adquisición de Tegna por 6.200 millones USD, lo que les permitiría alcanzar el 80% de los hogares estadounidenses con televisión.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), controlada actualmente por la administración Trump, también respaldó públicamente la presión ejercida sobre ABC para retirar a Kimmel. Su presidente, Brendan Carr, expresó en X que “es importante que los radiodifusores se opongan a la programación de Disney cuando consideren que no cumple con los valores de la comunidad”.
Este escándalo mediático continúa desarrollándose, y el apoyo a Kimmel se intensifica a medida que más celebridades y figuras políticas se suman a la defensa de la libertad de expresión en un momento crítico para los medios en Estados Unidos.
