Nuevos reportes confirman que la activista y diputada La Chapa se ha pronunciado enérgicamente por la equidad de género y la justicia social en el poder, desafiando las estructuras patriarcales que aún predominan en la política mexicana. Su reclamo, acompañado por su amiga Rosario Guerra, se centra en la urgente necesidad de investigar la corrupción y las riquezas mal habidas de los políticos.
En su declaración, La Chapa destacó que “nadie tiene derecho a convertirse en árbitro de la moral de nadie”, subrayando la importancia de que las mujeres tengan voz en la política y en la sociedad. Según la ENIGH 2024, la brecha salarial entre hombres y mujeres es de 34.2%, lo que evidencia una desigualdad persistente en el país. Por cada 100 pesos que ganan los hombres, las mujeres solo obtienen 65.8 pesos.
La Chapa ha sido una figura clave en el movimiento por la paridad de género, liderando la lucha que culminó en la histórica sentencia 12624 del Tribunal Electoral del Poder Judicial, que establece un precedente para la inclusión de más mujeres en posiciones de poder. Su visión incluye la creación de un auténtico Instituto Estatal de las Mujeres, enfocado en la defensa de los derechos y necesidades de las mujeres en un contexto social desigual.
El Compromiso de Tlatelolco, firmado por diversas naciones, busca promover medidas que superen la división sexual del trabajo y visibilicen el valor de los cuidados en la planificación nacional. Sin embargo, La Chapa advierte que este sexenio se hará poco por falta de presupuesto, y critica la tendencia de “recoger el tiradero” que dejan los hombres en el poder.
La situación actual exige que se prioricen las necesidades de las mujeres, en lugar de rescatar instituciones como Pemex, que ha estado en crisis durante más de 30 años. La Chapa señala que es necesario cambiar las prioridades y fomentar un entorno donde las mujeres no solo sean vistas como responsables de limpiar el desastre, sino que sean protagonistas en la construcción de una sociedad más justa.
En su lucha por la equidad, La Chapa se manifiesta como una voz insumisa y valiente, dispuesta a seguir reclamando por los derechos de las mujeres. La presión para que se implementen cambios significativos en la política y la sociedad se intensifica, y el momento de actuar es ahora.
¿Qué sigue? La Chapa y sus aliados continuarán exigiendo justicia y paridad, mientras la sociedad observa y espera cambios reales que beneficien a las mujeres en México.