ACTUALIZACIÓN: Este fin de semana, los chilangos que compraron bolillos para prevenir un sismo se ven obligados a comer tortas, ya que no hubo movimiento telúrico alguno.
Como cada 19 de septiembre, los capitalinos se apresuraron a adquirir su dotación de bolillos, anticipando los efectos de los simulacros. Sin embargo, el día transcurrió sin sismos, dejando el pan acumulado en las mesas de muchas familias.
“Yo los guardo en una bolsa de plástico en el refri y lo voy sacando conforme nos lo vayamos a comer”, comentó una residente de la capital, quien decidió no salir durante el día por supersticiones relacionadas con la fecha.
La situación ha llevado a muchos a preparar guajolotas y tortas, tratando de no desperdiciar el pan. “Ya llevamos dos días desayunando tortas con mayonesa. Esto salió peor que el recalentado”, se quejó un vecino de la Narvarte, quien dijo que el próximo año preferirá encomendarse a San Judas en lugar de la panadería.
Protección Civil no lamentó el suceso, recordando que “la cultura de la prevención no engorda, solo se acompaña con un tamal”, enfatizando la creatividad necesaria para evitar el desperdicio del pan.
Este fenómeno se ha convertido en un tema de conversación en redes sociales, donde se comparten memes y comentarios humorísticos sobre la situación. “¡Pasenle, pasenle, lleve su bolillo pa’l susto!” es uno de los gritos que resuena en la CDMX, transformando la preocupación en risas.
Con la llegada de este fin de semana, las familias tendrán que seguir improvisando con sus bolillos, asegurándose de no dejar que se endurezcan antes de ser disfrutados. La situación resalta la resistencia y el ingenio de los chilangos ante cualquier eventualidad, convirtiendo un posible susto en una oportunidad para disfrutar de la gastronomía local.
Mientras tanto, la comunidad se mantiene alerta para futuros simulacros y movimientos sísmicos, recordando siempre la importancia de la preparación, aunque sea con un toque de humor y creatividad.
